"Por ganar esta txapela tan pronto no me puedo creer más que nadie, tengo que seguir trabajando"
Mikel Idoate es el reciente campeón del Cuatro y Medio de Segunda. Apenas 8 meses después de su debut como profesional ya ha triunfado en este torneo. Apunta maneras, pero él, con una madurez espectacular para sus 21 años, sólo piensa en mejorar día a día y seguir creciendo
Donostia. Es la nueva sensación del mundo de la pelota. Mikel Idoate, navarro, de la Txantrea (28-10-1989), se enfundó la txapela del campeón del Cuatro y Medio de promoción. El navarro, que estudia Derecho mientras continúa su carrera en el mundo pelotazale, lleva escasamente ocho meses en el mundo profesional, pero ya ha pasado como un ciclón por el Cuatro y Medio de Segunda, lo que le asegura estar presente en el cuadro de Primera.
¿Cómo se siente?
Muy contento. Para mí es como un sueño ganar una txapela en el campeonato. No me esperaba ganar y menos de esta manera (venció en todos los encuentros). Esto significa que estamos haciendo las cosas bien.
¿Cómo han transcurrido estos días?
Lo celebramos a lo grande la noche del sábado y luego he tenido un poco de ajetreo con los medios de comunicación. Todavía estoy en una nube, que he ganado una txapela, que parece que no es nada, pero que me quiten lo bailao.
Realizó un torneo inmaculado y encima la final la ganó con una ventaja bastante amplia (22-7).
Lo importante es ganar, da igual el resultado. Yo sabía que tenía que ganar la txapela, que eso era lo importante. Luego la puedes ganar o perder, pero yo quería conseguir el triunfo, me daba igual la diferencia.
Dijo en la liguilla de semifinales que ya había hecho un buen papel llegando hasta esa ronda, ¿esperaba llevarse la txapela?
Los partidos de mayor presión eran los dos primeros, que si perdías quedabas eliminado y hacías un mal campeonato. Luego, una vez estuve en la liguilla de semifinales, me quité mucha presión, y sólo pensaba en disfrutar. Posteriormente, tuve la suerte de ganar los tres partidos de la liguilla y, en la final, pensaba que podía ganar o perder, pero quería conseguirla por que si pierdes se te queda un mal sabor de boca. Aunque luego a la larga lo valores, prefería quedarme con un buen recuerdo. Simplemente quería ganarla y tuve la suerte de conseguirla.
Y a la final no llegó a tope, tenía bastantes molestias en la mano y en la pierna.
Estaba mal. Incluso todavía no estoy recuperado del todo. Estaba tocado de la mano y del abductor, aunque de éste ya estoy casi recuperado. Pero la mano me empezó a doler desde el principio y sigo teniendo molestias, pero sabíamos cómo había que jugarle, así lo hicimos y salió todo bien. Ahora voy a descansar un poco a ver si consigo recuperarme del todo.
Y eso le da derecho a jugar el año que viene a estar en el de Primera.
Lo más importante era llevarnos la txapela y el año que viene ya veremos cómo jugamos, dónde y contra quién, pero este año lo que me importaba era llevarme este campeonato y ahora tenemos otro delante y a pensar en él. Lo importante es que vaya poco a poco, pensar en lo más inmediato, a corto plazo y el año que viene ya veremos cómo sale.
¿Vio la final de Primera?
Sí, por supuesto que estuve muy atento. Fue un gran espectáculo.
Es decir, que le gustó.
Buff, fue un auténtico partidazo. Son los dos pelotaris que más en forma están y los que han sido superiores durante todo el torneo, especialmente Juan. Cuando Irujo juega bien se demostró que es muy difícil de ganar. Abel tuvo sus opciones porque realizó muy buen juego durante todo el torneo y también en la final, pero cometió una falta, un par de pasas, y esos pequeños detalles son determinantes en un partido de tanto nivel. En esas pequeñas cosas, Irujo estuvo perfecto, como casi siempre que juega en las finales. Ahí estuvo la diferencia.
Conoce bien a Irujo de ser su "sparring".
Sí, también con Abel he entrenado bastante. Son dos grandes amigos y muy buenos mentores. Irujo es mi ídolo de toda la vida, pero con Abel también he coincidido mucho entrenando últimamente y me ha enseñado muchísimo. Son dos personas geniales dentro de la cancha e increíbles fuera de ella. Pese a ser de los más grandes, son gente normal y da gusto, tanto entrenar, verles jugar o estar con ellos hablando tranquilamente.
¿Y cómo ve el futuro?
Mi futuro es seguir aprendiendo, absorbiendo todo lo que pueda y, sobre todo, aprendiendo todo lo que pueda de los más grandes. Tengo que ver lo que trabajan los grandes, que es mucho, y si quiero estar a su nivel algún día tengo que trabajar tanto como ellos, que están en la cumbre y no se confían y no paran de trabajar. No nos queda otra. Luego, además, me tienen que respetar las lesiones y también tener suerte en los campeonatos.
¿Se ve pronto con los grandes? Por lo que se ve, no quiere precipitarse en llegar con los de arriba.
No tengo prisa. Hombre, obviamente, cuanto antes llegue, pues mejor. Lo que tengo claro es que lo tengo que dar todo, para, de esa manera, quedarme tranquilo si no llego, sabiendo que lo he dado todo por llegar a la cumbre. Además, siempre quiero superarme y eso es otra forma de motivarme.
¿Se esperaba esto hace 8 meses?
No, ni mucho menos. Al fin y al cabo yo he llegado hace poco y mi intención cuando entré era aprender. Obviamente buscaba la txapela, pero tenía claro que era difícil conseguirla. Ahora tengo que estar centrado, porque haya ganado un torneo no voy a llevarme todas las txapelas de calle. Seguramente tenga momentos de bajón y hay que disfrutar de este triunfo, pero dentro de cuatro días, cuando termine de descansar, tengo que empezar a trabajar desde cero, porque la gente se olvida y no me puedo creer más que nadie por haber ganado el torneo.
Además de su carrera pelotazale, está cursando Derecho. ¿Cómo lo lleva?
A clase no puedo ir porque tengo entrenamientos todas las mañanas y es imposible, pero ya me he puesto a estudiar porque se acercan los exámenes de febrero y tengo que tener los dos pies en el suelo y no descuidar mi futuro por mucho que haya ganado esta txapela.