"El 70% de un patrón es la tripulación que lleves"
En sus ratos libres como soldador en la empresa Sicesal de Irun, Aitor Carrillo (Hondarribia, 1971) es patrón de remo. Triunfó en Hondarria, donde comenzó con 13 años, y ahora en la popa de Orio. No lo hace mal. De hecho, ha sido designado el mejor de la Liga San Miguel 2010
Zarautz. ¿Cómo recibe el premio?
A un buen patrón lo hacen los remeros. Gran parte del premio es de ellos. Si tienes un buen motor y hacen más o menos lo que les pides, todo es más fácil. Todo premio es importante, pero lo relativizo: hoy estás arriba y mañana, abajo. Este año las cosas me salieron bien, y lo han reconocido.
¿Qué va a hacer con los 3.000 euros?
Los remeros ya me han dicho que me los quede, pero irá al saco de los premios para repartirlo entre todos.
Venía de Orio B para suplir en la "Mirotza" a un patrón como Irakoitz Etxeberria. ¿Era mucha la presión?
Antes ya estuve en Orio A. ¿Presión? Ninguna. Yo trabajo, voy a entrenar, no paro en Orio, llego a casa (a Irun) a las tantas y me acuesto porque madrugo. No tengo tiempo para estar con nadie y notar presión. Me centro en lo mío. He estado muy contento con la cuadrilla: le doy un diez. Me dieron mucha confianza. Aizperro (Joxean Olaskoaga) apoyaba mis decisiones, y eso hace que te crezcas y que todo salga como ha salido.
En enero habrían firmado la segunda plaza, pero a mitad de agosto...
Si al principio alguien nos dice que íbamos a ser segundos, le diríamos que está loco. La idea era luchar por la tanda de honor, pero ganamos las primeras regatas y tuvimos opción de ganar la liga. Lo intentamos, pero no pudo ser. Aunque parezca conformista, el trabajo ha sido muy bueno.
El balance sería diferente con un triunfo en la liga o La Concha.
Siempre gusta ganar, pero el segundo puesto está muy bien y no es fácil. En La Concha, fallamos el primer domingo, porque en la calle cuatro no había forma ni de ir ni de volver, como se vio en la tanda anterior con Astillero. El segundo domingo nos tocó la uno, que nadie la quiere, pero el viento venía de Francia, así te marcaba el rumbo de la calle uno a la cuatro, e hicimos una gran regata. Pero al final Urdaibai era más que nosotros.
¿Un patrón tiene claro cuál es la calle buena? A veces opinan distinto...
Lo que debes intentar es decidir el rumbo al momento, aunque te equivoques. El segundo domingo de La Concha no hubo duda, pero a veces...
¿"Aizperro" le echó muchas broncas?
Ninguna. No es un entrenador de los que estamos habituados. No lanza broncas a la mínima. Es una persona tranquila, de las que no se aceleran y saca las conclusiones en frío. Te puede hacer comentarios, pero broncas, no. Es de las pocas personas que he visto en el remo que no es así.
¿De quién recibió la mayor bronca?
¡De muchos! (risas). Y más al principio. Empecé de chavalito, con 13, y en Hondarribia tenía gente veterana. Estaba Juan Mari Altuna, que había sido campeón del mundo de banco móvil y era de la vieja escuela. Yo iba de timonel, y a nada que no llevaras bien el rumbo, bronca que te caía.
Tenía ilusión por ser patrón en Orio.
Fue por mi padre, que fue patrón en Orio. Empezó en la sociedad Jostailu de Irun y luego, con Batista Oliden y compañía, fue a Lasarte-Michelin y quedó campeón de España de bateles. En Orio estuvo en bateles y trainerillas, y también en Getaria y Hondarribia. Otros tres tíos remaron. Mi hermano mayor, Martín, coincidió conmigo de proel en Hondarribia, y el pequeño, Pedro, remó en la B.
¿Cómo se llevan los hermanos de pa-trón y proel? Donde hay confianza...
Bien, aunque de vez en cuando había rifirrafe de punta a punta (risas).
En su día pudo sorprender que dejara Hondarribia por Orio.
En octubre de 2001 me sentí cansado y dejé Hondarribia. En mayo de 2002, un entrenador de Hondarribia, Otxote (Claudio Izagirre), me dijo que se había encontrado en Hendaia con Patxi Francés y que le dijo si me iría a Orio, porque estaban sin patrón. Me dio su teléfono, pero no le llamé. Era mucho tomate, pensé. A los días me llamó Patxi Francés, y quedé en Urdanibia para hablar con él y Altxerri (Miguel Ángel Lizarralde). Había decidido dejar todo, pero me animé.
En 2009 tenía ficha con Orio B, donde coincidiría con José Luis Agirre, el nuevo entrenador de Orio.
Lo he tenido cerca, pero no habíamos coincidido. Él llegó a la B en 2009 y yo me lo tomé libre. En 2007 en Getaria, que era filial de Orio, y en 2008 en Orio B, estuve con Patxi Francés.
¿Y el año que viene?
Dios dirá (risas). Quiero descansar y ver cómo ando con el trabajo.
¿No tiene claro si seguirá?
Hablé con José Luis, y quedamos en que le echaría una mano. Si el trabajo me lo permite, seguiré.
¿Le falta motivación para continuar?
Motivación siempre hay. Una vez que te metes en la salsa, siempre te tira. Igual un año decides descansar, pero siempre termino viendo las regatas. El veneno está ahí dentro, y sale.
Con la edad, ¿cuesta más cuidarse?
No. Se trata de cerrar la boca e ir a correr. Una vez que te metes en el embrollo, vas al cien por cien. Para ir a medias, es mejor decir que no y así no quedas mal con nadie.
En casa le apoyarán...
Sí. La mujer (Ainhoa) me dice que me ve más o en fotos o durmiendo, pero sí me apoya, sí.
No tienen familia, ¿no? Eso ayuda.
Sí, sí. No tenemos ni tiempo (risas).
¿Se ve volviendo a Hondarribia?
No puedes decir que de este agua no beberé, pero en Orio este año he estado encantado y todo ha ido muy fácil.
Allí ya tienen a Ioseba Amunarriz.
Y no creo que tengan queja. Si el equipo te apoya, no tienes problema, porque el 70% de un patrón es la tripulación que lleves. Luego ya tendrás que acertar tú en las decisiones.
¿Dónde estará Orio en 2011?
Tenemos las bajas de Aizperro y Anartz Larrea, pero con la gente de casa la idea seguirá siendo estar en la tanda de honor.