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Haimar es operado para llegar al Tour

El usurbildarra fue intervenido ayer en Quirón y está "animado" para la ronda galaLos doctores le insertaron tres tornillos para fijar el radio fracturado el pasado lunes y hoy recibirá el alta hospitalaria

Haimar es operado para llegar al TourFoto: RadioShack

Donostia. "Haimar está muy ilusionado para ir al Tour. El médico del equipo (Kepa Zelaia) le ha dicho que no se precipite en la recuperación y los entrenamientos, pero ya sabes cómo son éstos...". A través del teléfono móvil de su marido, Iosune Peñagarikano lanzaba a última hora de la tarde de ayer un mensaje más optimista que el emitido la víspera desde el hospital de Voiron en el que el usurbildarra fue ingresado tras romperse el radio, cerca de la muñeca, en una caída durante el Dauphiné Libéré: "No se puede operar, por lo que precisará un reposo de seis semanas", oyó el lunes el ciclista del RadioShack. Eso significaría adiós al Tour de Francia, a perderse por primera vez la prueba que ha guiado su carrera desde que la conoció en 2001. Para intentar acelerar su recuperación, el corredor afincado en Zarautz aterrizó ayer por la mañana en el aeropuerto de Biarritz, desde donde fue directo a la Clínica Quirón, donde le recibió el doctor Joseba Beitia, director gerente del centro, que agilizó los trámites. A las 16.30 horas, Haimar fue intervenido por el traumatólogo Javier Goyeneche, auxiliado por el doctor Corcuera. "Le han colocado tres tornillos en el radio. Todo ha ido bien. Ahora nos coges que le están realizando las curas, pero Haimar está animado, con ganas de volver a entrenar pronto", explica Peñagarikano.

En función de su evolución, los plazos de recuperación se los irá marcando el propio Haimar, que hoy mismo recibirá el alta hospitalaria. En su mente, sólo cabe una fecha y un escenario: el 3 de julio en Rotterdam. Y ahí confía en volver a ser un gregario de lujo para Lance Armstrong en la Grande Boucle.

Crono en el Dauphiné Libéré La prueba gala tendrá hoy su primer día clave, una contrarreloj de 49 kilómetros, en la que Alberto Contador tratará de mantener su maillot amarillo, algo que logró ayer pese a que su equipo, Astana, no trabajó para cazar la fuga de más de 150 kilómetros de Isasi (Euskaltel-Euskadi), Augé (Cofidis), Bonnafond (Ag2r), Tankink (Rabobank) y Delaplace (Saur). Fueron los equipos con velocistas los que anularon la escapada a menos de dos kilómetros de meta, donde Juan José Haedo (Saxo Bank) se sacó del bolsillo un sprint de libro: en apenas 75 metros, el argentino, agazapado en un pelotón con el viento en contra, adelantó a casi 20 ciclistas por un resquicio de luz que encontró junto a las vallas para coronarse en Bourg-Saint-Andéol.