“Nuestros mejores pasos están por hacer”
El grupo cierra tres noches exitosas en Euskalduna y anuncia un 2026 de descanso y composición antes de regresar el 6 de marzo de 2027 en el Bilbao Arena
Tras concluir este domingo tres conciertos en Euskalduna con las entradas agotadas, Bulego se baja de los escenarios durante casi año y medio para descansar en 2026. El grupo ha adelantado que su regreso será el 6 de marzo de 2027 con un concierto en el Bilbao Arena, cuyas entradas saldrán a la venta el viernes 14.
Dicen hasta luego con tres citas en Euskalduna. ¿Cómo las han vivido?
Ha sido una pasada. Es un privilegio poder terminar esta etapa de esta forma, con tres Euskalduna llenos, y con toda la energía del público a flor de piel. Nosotros lo hemos dado todo para ofrecer unos conciertos especiales y únicos, con el apoyo de un cuarteto de cuerda de músicos profesionales y Bilboko Korala. En total, ha habido más de 40 coristas y el público lo ha recibido muy bien.
Un grupo de pop llenando varias noches lugares solemnes. Antes no pasaba.
Es cierto, pero nosotros siempre hemos hecho las cosas de forma distinta. Nada más empezar llegó la pandemia y nos dejó en casa. Rápidamente nos dimos cuenta de que replantearnos las cosas era uno de nuestros puntos fuertes. Es una intención creativa de hacer las cosas diferentes y de aportar valor a cada paso que damos. Ya empezamos la gira del último disco en el Kursaal, que fue algo especial, así que le vimos sentido acabarla en Euskalduna. Es un palacio espectacular y hemos visto allí a Wilco, Hertzainak… Ha sido un privilegio y desde el palacio nos han apoyado al 100%. Nos hemos sentido como en casa.
¿Qué balance hacen de este algo más de un lustro de trayectoria?
Destacaría la cada vez mayor calidad del público en estos cinco años de crecimiento y de vivencia de unas experiencias increíbles. Han aportado un extra de emoción. Y este último año, mucho más, con fechas en Sanfermines en Iruña, txupinazo en Gasteiz, el Jazzaldia de Donostia, Euskalduna…
Han pasado de ser los raros en Azkoitia, los ‘ardi beltzak’, a los aclamados. ¿Sienten orgullo?
(Risas). Más que orgullo diría agradecimiento. Somos unos privilegiados aunque es cierto que hemos sudado la gota gorda y nos hemos esforzado al máximo. Cuando empezamos nadie diría que llegaríamos a este punto, con varios llenos en pabellones y teatros. Somos conscientes del privilegio y lo estamos disfrutando.
Es un sueño en un lugar tan reducido como Euskal Herria y cantando en euskera que se pueda levantar un proyecto profesional como Bulego. Y están ahí con Gatibu, ZETAK, Izaro, ETS… Todos llenan recintos.
Hemos tenido la suerte de nacer en esta generación, pero si estamos aquí es porque antes un montón de grupos abrieron el camino cuando no había nada. Ellos nos han dejado las cosas en bandeja al panorama euskaldun actual. Podríamos mencionar a Itoiz, que pasó del rock sinfónico a abrirse al pop en euskera. Fueron muy atrevidos en su momento, como Berri Txarrak y su histórico primer BEC agotado… La lista es larga aunque no vivan esta eclosión actual, este momento de época dorada, variada y tan sana de música en Euskal Herria. Es inaudita la convivencia actual entre grupos de estilos diferentes. Y a mí, como aficionado, me resulta muy bonito de ver. Por ello, un recuerdo y agradecimiento para quienes fueron nuestros grupos favoritos de críos.
Siempre dan pasos hacia adelante, del pop rock y las guitarras a un pop más electrónico o intimista. ¿‘Aldatu aurretik’, como su último disco?
La ambición creativa es una parte de nuestra ecuación. Al nacer en pandemia hicimos cosas muy diferentes a las habituales por necesidad. Pegábamos carteles por pueblos con QR para que pudieran escuchar Kantu bat, hicimos giras por residencias de ancianos para presentar Gure izarrak… Esa inercia se ha quedado, es una de nuestras motivaciones, no estancarnos, seguir creando, avanzando y expandiendo los límites. Yesos cambios los ha aceptado el público.
¿Cree que Ura Bere Bidean les ha hecho llegar a otras generaciones?
Bueno, ha ayudado. El proyecto es excepcional, vivimos algo increíble y es un lujo compartir camerinos con artistas a quienes admiro. El BEC lleno, la BOS, los arreglos de Velázquez… Es un gran altavoz que nos ha dado a conocer a públicos a los que quizás no hubiéramos llegado aunque yo pienso que la diversidad es una característica de nuestro público. Lo vemos en los directos, a familias con críos, cuadrillas que hacen litros, aitas y amas que se han escapado y dejado a los txikis en casa para vernos… Es bonito, además de un indicador de la capacidad de la música para dejar de lado lo que nos diferencia, disfrutar juntos y favorecer una comunión.
Ahora llega una pausa larga.
La necesitamos. Nos preguntan si nos hemos cansado de la música o si nos hemos enfadado entre nosotros. ¡Qué va! Es que una gira como esta última y cinco años sin descanso han sido muy intensos y con muchos cambios, incluidos en la formación. Y hemos tocado mucho aquí, pero también fuera, en Japón, Estados Unidos, Finlandia… El cuerpo necesita descanso, pero la razón principal del parón es que queremos crear, dedicarle tiempo de calidad a la composición.
Vamos, el descanso será relativo.
Decir que no vamos a hacer conciertos sugiere que nos vamos de vacaciones, pero será lo contrario. Dejaremos los recitales, que dan mucha energía pero consumen mucha también. Saldremos del foco, pero no estaremos parados. Nuestros mejores pasos están por nacer.
¿Disco nuevo para 2027 entonces?
Veremos qué forma toma lo que compongamos. ¿Un disco, una peli. dos o tres? No condicionamos el hábito creativo, es lo opuesto a lo que buscamos. Pero sí, seguro que habrá música nueva en 2027.