Edward Berger, cineasta alemán ganador del Óscar en 2023 por Sin novedad en el frente, ha llegado al Zinemaldia con el objetivo de hacer temblar las convicciones sobre una de las instituciones más antiguas del mundo: la Iglesia Católica. Narrada como un frenético thriller de intrigas palaciegas, Cónclave, película con la que Berger aspira a conseguir la Concha de Oro, cuenta la historia de uno de los secretos mejor guardados de la Iglesia: cómo es el proceder de una ceremonia a puerta cerrada en la que se designa a un nuevo Papa. Tras el fallecimiento de un obispo de Roma, el cardenal Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, es designado, en calidad de decano, para organizar el cónclave que designará a quien se siente en el trono de San Pedro. Cada una de las facciones, divididas entre aperturistas, conservadores e, incluso, reaccionarias que quieren volver a la esencia de las cosas, maniobrará en favor de sus intereses.

Entre los cardenales y potenciales papables, Berger ha conseguido un elenco de aúpa: Stanley Tucci como el cardenal Bellini, John Lithgow como el cardenal Tremblay, Lucian Msamati como el cardenal Adeyemi, Sergio Castellitto como el cardenal Tedesco e Isabella Rossellini, personaje que le sirve al cineasta para hablar también del papel de la mujer en la Iglesia.

Cónclave, una adaptación de la novela homónima de Robert Harris, ha sido presentada este sábado en Sección Oficial con la presencia de su director, que no teme a ningún tipo de reacción o represalia por parte del Vaticano. “Si yo fuese el Vaticano, estaría por encima de esto, se trata de una película, de nada más”, ha declarado en un encuentro con la prensa.

La historia habla sobre la crisis de fe que siente el personaje de Ralph Fiennes, no sobre Dios, sino sobre la institución de la Iglesia. Inmerso en los preparativos del cónclave, un proceso en el que los cardenales deben estar aislados del mundo, el cardenal Lawrence, que rechaza la idea de sentar en el trono a un hombre sin mácula en su pasado, debe lidiar con los movimientos ilegítimos de sus congéneres. “No es una película sobre la religión —ha continuado el realizador—, es una película sobre los juegos de poder de puertas para adentro”. Se podría ir más allá e, incluso, sin desvelar el giro final, señalar que se trata de un largometraje que realmente habla sobre el cuerpo que puede adquirir el poder, si lo que se busca es la concordia y la bienaventuranza.

En definitiva, Cónclave es un thriller de acción de carácter costumbrista, en el que la edición de la película y la banda sonora de Volker Bertelmann hacen que una historia que en apariencia es burocrática y funcionarial se convierta en algo trepidante.