Con una trayectoria profesional tan extensa como la de Eduardo Chillida es muy difícil hacer una única selección de sus mejores obras. No obstante, Luis Chillida, hijo del escultor y presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, escoge para NOTICIAS DE GIPUZKOA una veintena de sus creaciones, entre las que no pueden faltar las más icónicas como El Peine del Viento XV, Berlín o las puertas de Arantzazu, y otras con un valor sentimental destacado como, por ejemplo, Estela a Miralles o Peine del Viento XVII.

No obstante, tal y como recuerda su hijo, Chillida no tenía piezas predilectas: “Para él, todas lo fueron en su tiempo y siempre decía que no tenía favoritas”. La siguiente lista, compuesta por trece obras públicas y siete situadas en Chillida Leku, es por lo tanto, solo uno de los múltiples acercamientos posibles al escultor donostiarra.