Durango – La Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, presentó ayer en Landako Gunea de Durango una nueva recopilación de la poesía de Xabier Lizardi (José María Agirre, 1896-1933) elaborada por Karlos Otegi.
En una rueda de prensa, el secretario de Euskaltzaindia, Adolfo Arejita, la lingüista Bakartxo Urruzola y el autor del libro, Karlos Otegi, explicaron que la colección incluye todos los poemas publicados hasta la fecha, además de otros dos que se han recuperado recientemente: Habiatxo y Goiz-ibiltze.
Además, Karlos Otegi acercó todos los poemas al modelo del euskera batua escrito, ofreciendo al lector que se ha acostumbrado y formado en el euskera batua poemas de Lizardi en una versión más cercana.
En opinión de Otegi, este hecho “no es una infidelidad hacia Lizardi” sino que, al contrario, “intentar ponerlo en euskera unificado coincide con la actitud que el propio Lizardi tenía sobre el idioma”. Los dos poemas inéditos que se incluyen en esta colección los guardaba la familia de Lizardi, y su nieto, Iñigo Agirre, que acudieron a la Azoka con los manuscritos originales.
José María Aguirre fue un relevante escritor vasco de principios del siglo XX. Junto con Lauaxeta es el principal representante de la literatura eusquérica de preguerra. La estética simbolista ha hecho que se le compare con Juan Ramón Jiménez.
Aguirre firmaba con el seudónimo de Xabier Lizardi, por el que es conocido, aunque también firmó con los de Zarauztar Sabin y Samaiko Zulo. Su escasa obra, centrada principalmente en sólo dos libros, Biotz-begietan (En el corazón y en los ojos) escrita en 1932 y la antología póstuma Umezurtz-olerkiak (Poemas huérfanos) publicada en 1934, plasma una poesía de tipo intimista, impresionista, donde se debate entre la materia y el espíritu, y que está basada en la naturaleza y la mitología de su región. Es la transición del Romanticismo al Simbolismo en la literatura en lengua vasca.
José María Aguirre nació en la localidad guipuzcoana el 18 de abril de 1896. Cuando tenía doce (otras fuentes dicen que contaba diez) años, se trasladó a Tolosa junto a su familia. Allí estudia bachillerato y recupera el vascuence que tenía casi olvidado.
En 1917, con veintiún años, se licencia en derecho en la Universidad Central de Madrid. Se casa con Francisca Izagirre con veintisiete años y entra, en el puesto de gerente, en la fábrica Perot, dedicada a la construcción de telas metálicas. En 1926 participa en la fundación de la entidad cultural Euskaltzaleak en el seno de la cual realizó diferentes proyectos. Trabajó para dotar a la lengua vasca de las alas de la sabiduría como él decía y soñaba con un periódico en dicha lengua.Olga Sáez