Tener en la vida algo que te haga tan feliz como a Rebeca Ochoa de Eribe Fernández de Larrea (2 de octubre de 1986), conocida en redes sociales como @beckyluart, es algo mágico que te permite adentrarte en mundos aún por explorar y dar vida a otros tantos. Aunque en su día a día trabaja de administrativa, algo que reconoce que no tiene mucho que ver con la pintura, trata de compaginarlo siempre. Pero, ¿de dónde nace este amor por el arte en todas sus vertientes? “Desde pequeña me ha encantado dibujar, siempre ha sido mi terapia, lo que mejor me hace sentir. Siempre he tenido mucha imaginación”, nos cuenta con cariño. Y le gusta tanto que estudió Bellas Artes, “y durante cinco años fui a una academia de pintura en Vitoria. Mi profesora Marina, que ahora es una estrella en el cielo, fue la que más me enseñó”.

Todo un catálogo

Y ahora, si vemos sus redes sociales, seremos conscientes de todo el trabajo que hace. Y es que encontraremos ilustraciones, pero además de eso también nos cuenta que hace álbumes con fotos de “todo lo que voy viviendo, voy haciendo collage y pegatinas que a veces yo misma dibujo digitalmente. Es de lo que más orgullosa estoy, cuatro años consecutivos coleccionando recuerdos, cuatro cuadernos que me hacen sonreír cada vez que los vuelvo a mirar”, confiesa con una sonrisa. Porque además nos cuenta que es algo que recomienda a todo el mundo; porque explica que hoy en día solo tenemos fotos en el móvil en vez de tenerlas en papel... “He impartido talleres para contagiar esta afición”, añade además, y en redes sociales también podemos encontrar vídeos en los que nos muestra algunos detalles de esta pasión.

“Además de las ilustraciones hago álbumes con fotos de todo lo que voy viviendo”

Rebeca Ochoa - @Beckyluart

Además, otra de las formas que tuvo de dar vida a esta faceta que con tanto cariño comparte con nosotros fue un cuento que le hizo a su sobrino. “Es algo que me llama la atención, la ilustración infantil, algún día me gustaría ponerme a ello”, añade además como otro de los mundos que le quedan por explorar y crear.

Un tiempo variable

Y, al preguntarle por el tiempo que tarda en llevar a cabo cada creación que llega a nuestras manos a través de la pantalla del móvil o de cualquier dispositivo, nos cuenta que es “muy variable”. Al fin y al cabo, lo que más le lleva es el diseño, así como dibujarlo dependiendo de la complejidad. “Desde dos horas a días...”.

Y todo esto lo podemos ver en las redes sociales, ese gran escaparate y apoyo para los artistas. “Las redes sociales no solo te sirven de escaparate, también las utilizo mucho para inspirarme y conocer los trabajos de otros artistas. Soy una adicta a Pinterest”, confiesa finalmente, antes de ofrecernos un consejo si queremos embarcarnos en esta aventura creativa. “Como consejo diría... Pues que nunca dejes de aprender... NUNCA”.

Y es algo que ella misma se aplica además cada día en su experiencia creativa, porque tal y como nos cuenta, “aunque ganarse la vida con esto es difícil lo que tengo claro es que nunca dejaré de hacerlo, porque dibujar, pintar, crear es lo que más cerca me tiene de mi niña interior y creo que eso no deberíamos perderlo nunca”.

En @beckyluart encontramos arte en todas sus facetas

Desde ilustraciones, hasta álbumes, de todo hay en este perfil de redes sociales

Otra de sus grandes facetas es el arte textil. @Beckyluart

Las redes sociales, esas grandes aliadas de los creadores de contenido que se aventuran a compartir con el mundo todo aquello que pasa por sus cabezas y que se convierte en realidad sobre el papel, sobre la piel o incluso en la ropa, pueden convertirse en un gran escaparate, en una galería que nos permite conocer en profundidad el don de un artista sin salir siquiera de nuestra casa.

Y, si nos adentramos en la cuenta de Instagram de Rebeca Ochoa de Eribe Fernández de Larrea (@beckyluart), veremos que la variedad es total. Nada más entrar nos encontraremos con los álbumes que con tanto mimo decora y que, tal y como ella misma nos contaba, representan diferentes momentos y experiencias vividas a lo largo de los años. Pero también hay vídeos en los que nos enseña a crear los nuestros propios con todos y cada uno de los detalles, desde el lettering hasta los stickers y todo lo que no puede faltar a la hora de crear estas obras de arte que simbolizan toda una vida. Y por supuesto también hay cabida para las ilustraciones, llenas de detalles, y para el arte textil. Porque encontraremos al recorrer este escaparate de imágenes llenas de color zapatillas decoradas, chaquetas, jerséis y todo tipo de prendas a las que no les falta su toque distintivo y especial, donde las flores, el amor y la amistad son solo algunas de las señas de identidad que caracterizan a esta artista.

Materiales

¿Es sencillo dar con los materiales para dar vida a todas las creaciones que lleva a cabo Rebeca? Tal y como ella misma nos cuenta, casi todas las ilustraciones que realiza las hace digitalmente. “Y los collages que sí que hago en papel los creo con materiales que he ido acumulando durante muchos años. Me flipan las papelerías y siempre que viajo a una cudad intento entrar como mínimo a una”, nos cuenta, en una afición que comparte con mucha gente en Instagram.

Una anécdota que queda para el recuerdo

Cuando una persona se encuentra inmersa en el mundo de las redes sociales y comparte con el mundo su pasión, no son pocas las anécdotas que se van cosechando con el tiempo y que se quedan almacenadas en la memoria con absoluto cariño. Antes destacábamos que una de las cosas que motivó a Rebeca a seguir adelante con el mundo de las ilustraciones y del arte en todo su esplendor fue hacer un cuento infantil a su sobrino -algo que además le abrió la puerta a explorar el amplio universo que se extiende en torno a la ilustración infantil y que asegura que le llama la atención, que algún día le gustaría ponerse con ello-. Además, y como anécdota que ha querido compartir con nosotros acerca de su trabajo nos cuenta que en cada cuaderno que llena de ideas y de dibujos guarda además una carta que ella misma se ha escrito anteriormente y que se encuentra dirigida a su yo del futuro. “Todas las nocheviejas me las leo”, confiesa. Sin duda, es un buen ejercicio que nos ayuda a darnos cuenta de todo lo que hemos conseguido hasta ese momento, y de lo que aún nos queda por lograr; sueños por cumplir, propósitos por llevar a cabo...