Coincidiendo con el inicio de las celebraciones del quinto centenario de la primera circunnavegación que culminó Juan Sebastián Elkano, la Euskadiko Orkestra inició en 2019 un proyecto en el que se embarcó en una vuelta al mundo de carácter musical. La iniciativa consistió en encargar cinco piezas a otros tantos compositores para que escribiesen obras que captasen el espíritu de los diferentes tramos del viaje. La travesía concluirá esta semana con la partitura que ha pergeñado la alavesa Zuriñe F. Gerenabarrena, titulada Lorratz, que abrirá a partir de mañana en el Kursaal el cuarto programa de abono del conjunto que dirige Robert Treviño, el principal impulsor de esta iniciativa. 

Elkano: Mundubira musika bidelagun concluye su epopeya musical con una obra de diez minutos de duración con la Gerenabarrena simboliza el retorno de la nao Victoria a Castilla después de una travesía la mar de accidentada. “Componer Lorratz ha sido una invitación a explorar, como hipotética navegante de este viaje sonoro, expresando la sensación desbordante ante la contemplación del espacio desconocido. Orden, caos, enfrentamiento y contemplación se recogen en este viaje sonoro circular, como una fuerza centrífuga que se expansiona hacia la idea de inmensidad líquida, de universo desmesurado”, explicó la compositora en declaraciones recogidas en una nota que la Euskadiko Orkestra remitió ayer a la prensa.

Zuriñe F. Gerenabarrena ha compuesto 'Lorratz', la última de las piezas del proyecto 'Elkano: Mundubira musika bidelagun'. N.G.

De esta manera, la alavesa se suma al selecto grupo de músicos que han puesto banda sonora al hecho científico que cambió lo que se sabía del globo. Mikel Chamizo, con su Navigarre necesse est, fue el encargado de poner sinfonía al inicio de la expedición que comandó Magallanes. Posteriormente, Mikel UrquizaMis monstruos marinos–, Joël MérahJakinduriaren usaina–, Teresa CatalánLa victoria vacía– y, finalmente, Gerenabarrena con Lorratz han sido los compositores que han participado en este proyecto que emula “la proeza” del marino de Getaria.

La obra de la vitoriana abrirá un programa que se completará con la Octava sinfonía de Anton Bruckner, un compositor bien conocido por Treviño, que se encargará de conducir el concierto. No en vano, en su presentación con la Euskadiko Orkestra en el año 2016, Treviño introdujo a Bruckner y desde entonces ha tenido una presencia regular en las temporadas del conjunto. “La Octava, a veces llamada El Apocalipsis, es una obra que se interpreta poco porque requiere de una enorme fuerza por parte de la orquesta. Es una obra que trata del cataclismo que produce el colapso del alma y de lo que ocurre si no unimos las manos para caminar hacia la luz”, comentó Treviño.