ier Iruretagoiena (Errenteria, 1988), joven valor emergente de las artes plásticas de Euskadi, presenta en la sala Laboratorio del Museo de San Telmo de Donostia un conjunto de obras escultóricas y acústicas en torno a la figura de San Sebastián y el Fantasma.

Cuatro figuras totémicas, esculturas verticales recostadas sobre la pared, bricolaje de madera, cemento y pintura representan a la figura del santo, patrono de la ciudad, herencia del constructivismo y del art povera (2021). La inserción y el maridaje de elementos contradictorios, como la madera y el cemento, ya lo habían realizado escultores como Mendiburu u otros, pero Iruretagoiena lo hace de modo más irónico y desenfadado, añadiéndole además el color, las texturas y la pintura. Surgen así unos seres híbridos, mestizos y desprotegidos, que causan un cierto dolor al contemplarlos, como restos y martirio de la propia obra de arte.

Junto a ellos, dos collages de plásticos y elementos mixtos incorporados, homenaje al grabador Hoefnagel, que presenta al santo protector de la peste y de la ciudad, cuasi empalado en un árbol. Elementos pobres, concepto, y reutilización de imágenes tomadas del imaginario colectivo componen estas obras.

Una instalación, Fantasma, de decenas de auriculares que difunden una emisión radiofónica en directo, trata de crear un clima contradictorio e inaudible de lo escuchado en la sala, relacionando lo agujeros audibles/inaudibles, con los agujeros de las flechas del santo.

Una gran cruz (S.T.) realizada con técnicas mixtas, una gran oreja Cold Ears (2018), y dos potentes cabezas golpeadas y mal tratadas realizadas en cemento (2015) completan esta pequeña pero sustanciosa muestra.