DONOSTIA - "Txalaparta", una de las primeras esculturas de Remigio Mendiburu y un icono de la cultura vasca que formó parte de la primera exposición del grupo Gaur, ha pasado de manos privadas al Museo de San Telmo de Donostia, que la exhibe ya en el espacio dedicado a este colectivo fundamental para la renovación del arte vasco.

La pieza ha sido adquirida por el museo donostiarra a la familia del artista de Hondarribia y se ha presentado este viernes en un acto en el que la directora de San Telmo, Susana Soto, ha agradecido a las hijas y allegados de Mendiburu el cuidado que ponen para difundir la obra del creador y encontrar los lugares adecuados para exponerla.

"Txalaparta", de 4,3 metros de largo y tallada en madera de roble, "acabará siendo una de las piezas más representativas del museo", ha asegurado Soto, que ha dicho que esta escultura "refleja perfectamente" el movimiento de los artistas que rescataron la tradición para adaptarla a la modernidad.

Obras de Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Néstor Basterretxea, José Antonio Sistiaga, José Luis Zumeta, Ruiz Balerdi y del propio Mendiburu conforman el espacio de la primera planta del museo donde ahora se muestra la nueva adquisición, que podría haber encontrado también hueco en otras salas dada su vinculación a la cultura popular, ha señalado Soto.

La responsable de San Telmo y el subdirector de la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza, especialista en la obra de Mendiburu, han recordado que en 1965, el año anterior a la exposición inaugural del grupo Gaur en la galería Barandiaran de Donostia, "Txalaparta" se mostró en la Sala Neblí de Madrid, "epicentro" del arte de vanguardia en aquella época.

Huércanos ha explicado que Mendiburu acudió a la presentación junto a los hermanos Zuaznabar, txalapartaris guipuzcoanos y de los pocos que por entonces se empeñaban en "mantener a flote" este instrumento de percusión tradicional vasco.

"Fue seguramente el primer concierto de txalaparta organizado en Madrid", ha comentado el subdirector del museo Oteiza, tras destacar que parte de la recuperación del mundo popular del País Vasco se produjo "en gran medida gracias a los artistas plásticos de esa época, que borraron la separación entre la alta y la baja cultura".

La galería Barandiaran acogió en su breve recorrido, además de Gaur, los proyectos Argia (danza), Jarrai (teatro) y Ez Dok Amairu (música), lo que dio lugar a "diálogos transversales" y a que este último movimiento, del que formaron parte nombres como Mikel Laboa y Xabier Lete, convirtiera en su emblema la pieza "Txalaparta" de Mendiburu con un logotipo diseñado por Néstor Basterretxea.

"La madera, el árbol, es el material que más cerca he encontrado para expresarme (...) Ello ha hecho que me encuentre con toda una tradición en la madera, muy popular en nuestro país. Tradición de vital importancia para mi obra, sin la cual no existiría mi testimonio individual de aportación a un entendimiento de cultura contemporánea", dejó escrito Mendiburu en 1974.

Este texto se incluye en un estudio realizado por el profesor y crítico de arte Fernando Golvano que, bajo el título "La Txalaparta de Mendiburu: un emblema escultórico y cultural", San Telmo publicará próximamente en su página web. Será el cuarto número de Miaka, los cuadernos de investigación vinculados a su colección que el museo difunde en formato digital.