- No andan bien las cosas en el clan Pantoja. La matriarca, Isabel, tiene muchos frentes abiertos, pero hay dos o tres que le están volviendo loca: Hacienda y las disputas con sus dos hijos. En estos momentos, es el mayor de ellos el que ha se ha puesto en su contra. Kiko Rivera no debe estar muy bien de liquidez porque ha pedido públicamente a su madre que venda Cantora y le dé la parte de la herencia que le corresponde.

Ahora que su hija había empezado a cambiar, incluso de cara y está dispuesta a estudiar Derecho, al tiempo en que acaba el sumario de intenciones de esta criatura, el chico se le vuelve respondón y pide lo que cree que es suyo. Es más, ha pedido a su madre que actúe como tal y se olvide del personaje que representa para el público.

Nadie sabe por qué en esta familia nunca hay tranquilidad. Si no es Hacienda que reclama lo suyo, es el hijo el que pide pasta. Mientras tanto, ella aguanta el tipo y da la cara por sus criaturas en público, pero en privado este clan tiene que ser una olla a presión. De momento, es ella quien saca las castañas del fuego y hasta se somete a las leyes de Mediaset para sanear las cuentas. Bueno Kiko Rivera suele exponer también sus miserias. Veremos si se sientan a la mesa juntos en Navidad o siguen las normas que marca el covid y se autoconfinan por separado para comerse el turrón en paz y armonía. Pero por el momento hay una cosa clara, Cantora, la finca que Paquirri dejó a su mujer y a su hijo, no ha salido a la venta.