“Los límites del humor los pone quien te paga”

¿Cómo decide escribir este libro?

-Cuando empecé a escribir sketches busqué manuales para aprender la técnica, pero no existía nada. Más de diez años después, seguía sin existir. Me dije que iba a hacer un manual con todo lo que he aprendido a lo largo de los años y este es el resultado. También me ha permitido clarificar ciertas ideas. A veces, trabajas con tu visión y me ha servido para ordenar ideas.

No había manuales, ¿cuáles eran sus referentes?

-Los Monty Python son, sin duda, una referencia clara. Me gusta Key & Peele de Comedy Central, del que participaba Jordan Peele, que ahora hace cine de terror. Hablo de gustos más personales, pero creo que son buenas referencias. Luego los clásicos como José Mota también están bien, tiene un abanico muy grande de tipologías de sketch. Polònia también es una buena referencia o, incluso, Los noticias del Guiñol, que tenía piezas muy buenas. Al final del libro, cito algunas de estas, como Benny Hill. Hay mucho donde buscar, donde ver las estructuras y analizar cómo funcionan.

¿Cuál es su sketch favorito?

-Es uno de los Monty Python que se titula El chiste más gracioso del mundo. Es un sketch de escenas que va evolucionando: alguien escribe el chiste más gracioso del mundo y todos los que lo leen, mueren de risa. Otro muy bueno de los Monty Python es el de Partido de fútbol para filósofos en el que compiten los griegos y los alemanes. De Vaya Semanita, no de mi época, siempre me gustó mucho el de Y si no te echamos de Euskadi. Fue la etapa de Diego San José como coordinador y creo que resume muy bien lo que era el programa.

Es un manual que incluye ejemplos.

-Sí, son ejemplos que he escrito ex profeso para el libro. No son sketches que han salido en ninguna parte y están pensados para ejemplificar de lo que se habla en cada apartado. Un final a la contra, ¿cómo es? Para tenerlo claro es mejor ilustrarlo con ejemplos.

¿Cuántos tipos de sketches existen?

-Muchos. Hago una clasificación en función a tipologías, como el lugar en el que se hagan, lugares naturales, escenarios o cromas; los estilos, el sketch de situación o de escenas... Hay muchísimas posibilidades, como los microsketches, que son casi un chiste. Me gusta mucho el sketch porque te permite experimentar de muchas formas, con muchos recursos narrativos y con efectos. Como solo tienes dos minutos, puedes hacer muchos experimentos.

José Mota es quien ha prologado el libro. Ha trabajado recientemente con él.

-Es un programa que se llama Hoy no... mañana, que saldrá en julio . Lo produce y lo codirige el propio Mota. La editorial estaba ultimando ya la publicación; por casualidades de la vida trabajé para él y un día le pedí si podía prologarlo. Se portó muy bien y, además, participará en la presentación del libro en Madrid.

¿Cómo fue trabajar con él?

-Ha sido una experiencia buena. Es una persona que siempre maquina cosas, no para. Tiene su mundo y su humor. Es, además, muy cercano.

¿Es un programa similar a los que ha hecho en las últimas temporadas?

-No. Es un programa de actualidad. Es una cosa que llevaban tiempo pensándola. Nosotros entramos en una fase en la que el briefing ya lo tenían hecho. Yo empecé como guionista y acabé como coordinador de guiones. Es un programa de actualidad que creo que recordará un poco a Vaya Semanita. Hay cosas más del estilo Mota, más surrealistas, pero tiene algo de Vaya Semanita; creo que la cabra tira al monte (ríe).

¿Era su primera experiencia en un programa de Madrid?

-No. Desde aquí trabajé para Telemadrid hace muchos años para Cifras y letras. Luego trabajé en Vaya Tropa, la adaptación que hizo Cuatro de Vaya Semanita. Aquella oportunidad fue una pena porque el primer programa fue un bombazo. Fue el mejor estreno de Cuatro, pero entre que el programa incomodaba y otras cuestiones, al final caímos. Esa experiencia fue bastante horrorosa, en cambio, la de Mota ha sido muy buena.

Cita ‘Vaya Semanita’. ¿Coincidió con Cobeaga y San José?

-Con Cobeaga no porque estuvo muy poco. Con San José estuve tres meses, porque al terminar la temporada se fueron a hacer Made in China a TVE. Se fue todo el mundo y me quedé yo solo. Cuento un poco en el libro que me convertí en coordinador de guiones porque era el único que quedaba (ríe). San José era un fenómeno, estaba en un momento muy dulce. Es alguien que ha llegado a donde ha llegado porque tiene talento.

Parece que ahora el humor incomoda más. ¿Cómo afecta eso a un guionista?

-Siempre existen unas reglas de juego. Ahora existe más miedo por la corrección política y por la influencia de las redes sociales. Esos dos factores hacen que la gente que te paga ande con más miedo. Es muy llamativo, en otras épocas, como en treguas, podías hacer sketches con ETA, pero ahora sería imposible e impensable, a pesar de que está disuelta. Ahora hay más miedos por el altavoz de las redes, aunque también soy optimista. Siempre ha habido tabúes y creo que nuestro trabajo es ver dónde esta la línea e intentar meter la patita un poco.

¿El humor tiene que tener límites?

-Te los marca quien te paga, ahí están los límites. Vas viendo hasta dónde te dejan llegar y si te dejan meter la patita, lo haces. No me parece mal que la gente se ofenda y que se critique. Lo que me parece mal es que se pida que se despida a gente. Falta empatía digital. En el libro pongo ejemplos como el de Viridiana. Siempre ha habido censura de alguna manera, la cuestión es cómo soslayarla. A veces aguza el ingenio saber que hay algo que no puedes hacer, pero que, quizá, de otra manera cuele.

¿Cómo ve el panorama del humor en televisión?

-Ha venido muy bien la revolución de las plataformas digitales. El hecho de que haya televisión que no sea en abierto y que no tenga que contentar a todo el mundo, está muy bien.

En comedia están saliendo cosas muy diferentes. Movistar+ ha sacado cosas interesantes como Justo antes de Cristo, codirigida por Borja Cobeaga, o Mira lo que has hecho, de Berto Romero, que me encanta. Se dan proyectos con humor muy interesante, con diferentes tonos y que abren vías. Cosas que de otra manera no hubiesen salido. El panorama está interesante.

Trabajó en ‘Go!azen’, serie que se ha convertido en un éxito en ETB. No obstante, parece que la televisión pública vasca no acaba de arrancar con la ficción.

-ETB va a empezar ahora a hacer algunas miniseries de unos cuatro capítulos. Es también una cuestión presupuestaria. Apostaron por la coproducción con Telemadrid de la La víctima número 8, pero fue un poco regulera. Sí que quieren cuadrar los presupuestos y parece que ahora se abre una puerta.