Presentan el incunable más antiguo de un autor euskaldun, obra de Martin Zurbano
Recoge el sermón que el azpeitiarra, obispo de Tuy y consejero de la Inquisición, pronunció en 1496 ante el ‘papa Borgia’
azpeitia - El proyecto para la rehabilitación integral del palacio Basazabal acometido en los últimos tres años por el Ayuntamiento de Azpeitia (con la ayuda económica del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa) ha permitido sacar a la luz el que se considera como el primer incunable (escrito impreso antes del año 1501) de un autor euskaldun.
El documento, redactado en latín y titulado Oratto de Passione Domini, recoge el sermón que el azpeitiarra Martin Zurbano, consejero de la Inquisición y obispo de Tuy (Galicia), pronunció en el año 1496 en el Vaticano ante el papa Alejandro VI, conocido como papa Borgia.
El alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria, el edil Agustín Lizarralde y el historiador Juan Bautista Mendizabal comparecieron ayer en el renovado Palacio Basazabal (se reinauguró hace tres semanas) para dar cuenta del incunable, que fue editado en Roma y de cuya existencia se ha tenido conocimiento “durante las investigaciones promovidas para conocer la historia del palacio Basazabal”, un edificio que mandó construir el propio Zurbano sobre unos terrenos de la Parte Vieja que adquirió en 1508 tras abonar “150 ducados de oro”.
Según explicó el primer edil, fue al poner en marcha el proyecto para rehabilitar el palacio Basazabal cuando el Ayuntamiento encargó a la doctora de la UPV/EHU Rosa Aierbe y al propio Juan Bautista Mendizabal que investigaran la historia del emblemático inmueble: “En ese contexto se pudo saber que el palacio lo mandó construir Martin Zurbano, conocido como Martin de Azpeitia, y que vivió en él junto a su hermana”, indicó Etxeberria.
Conocido ese aspecto, la investigación se centró en la vida del obispo de Tuy, que ya había sido recogida años atrás en un libro escrito por María Asunción Arrazola y publicado a través de Eusko Ikaskuntza.
Precisamente, fue en esa obra donde se encontró “la primera pista” que más tarde llevaría hasta el primer incunable de un autor euskaldun, toda vez que “en la publicación escrita por Arrazola ya se recoge que en otro incunable de la Biblioteca del Vaticano se cita la existencia del discurso emitido ante el papa Borgia por Zurbano”, cuyo sepulcro se encuentra en la iglesia parroquial de Azpeitia.
A partir de ahí, los historiadores encargados de la investigación recurrieron al catálogo de incunables y constataron la existencia de seis ejemplares del texto leído por Martin de Azpeitia en 1496.
Estos, explica Mendizabal, “se encuentran en dos bibliotecas de Roma, en la Biblioteca del Congreso de Washington, en la Biblioteca Real de Dinamarca, en la Biblioteca Nacional de la Universidad de Eslovenia y en la Biblioteca Nacional de Austria”.
Y es a esa última, radicada en Viena, a la que Aierbe y Mendizabal recurrieron para intentar conseguir el incunable escrito por Zurbano.
Cursaron la solicitud “a través de Ramón Martín Sukia, del Archivo de Gipuzkoa” y la biblioteca austriaca se lo remitió “en formato digital”.
un “panegírico de la pasión” Una vez recibido el incunable y tras constatar que estaba escrito “en un latín abreviado que solo pueden descifrar los más expertos”, Rosa Aierbe lo puso en manos del que durante años fuera profesor de la Universidad de Deusto Joseba Goñi, quien inició la trascripción del documento “aunque lo tuvo que dejar sin terminar por problemas de salud”. Por ello, finalmente la propia Aierbe recogió el material trascrito por Goñi y realizó un resumen del documento que, en lo referente a su contenido, se puede considerar “un panegírico (discurso en el que se alaba a alguien) poetizado de la Pasión de Cristo que destaca por incluir un importante número de citas de otros autores como Santo Tomás, San Martín?”, explica Mendizabal.
Al tratarse del primer incunable de un autor euskaldun, en el Consistorio azpeitiarra confiaban en que el discurso pronunciado por Martin Zurbano pudiera tener alguna parte escrita en euskera. Sin embargo, lamenta Etxeberria, “todo está en latín”, por lo que “hasta que aparezca otro, de momento el primer incunable escrito en euskera sigue siendo Linguae Vasconum Primitiae”, escrito en 1545 por Bernart Etxepare.
En cualquier caso, Etxeberria, Lizarralde y Mendizabal coincidieron en calificar como “un gran hallazgo” el del documento titulado Oratto de Passione Domini, obra “de un azpeitiarra con gran poder que trató directamente con las personas que dirigían el mundo en su época”.