DONOSTIA. El encuentro, que se celebrá en el balneario de Zestoa en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), se encuadra dentro de los actos organizados con motivo del décimo aniversario de la réplica de la cueva de Ekain y contará con la participación de especialistas como la directora de Museo Nacional de Altamira; Pilar Fatás; el director de la Gruta de Chauvet Pont d'Arc; Richard Buffat; la directora para asuntos europeos del Consejo Departamental de La Dordoña, Valérie Chamouton, y el director de Ekainberri, Juan José Aramburu.

Este último ha presentado hoy las líneas principales del curso, en una rueda de prensa en la que también han participado la directora foral de Cultura, María José Tellería, y el director del centro Gordailua, Carlos Olaetxea, quien será el encargado de dirigir este congreso.

Durante la reunión de Zestoa, los participantes expondrán sus distintas experiencias sobre la forma en que fueron creadas sus respectivas réplicas, así como su método de gestión y su desarrollo como equipamientos museísticos.

La puesta en común de las estos cuatro casos posibilitará además el intercambio de metodologías y experiencias para el desarrollo futuro de otras infraestructuras de este tipo.

En la rueda de prensa celebrada hoy, el director de Ekainberri, Juan José Aramburu, ha destacado la importancia de las réplicas de cuevas con arte rupestre como elemento "divulgador" y "conservador" de las pinturas, ya que permiten dar a conocerlas al público al tiempo que permiten preservar el estado de conservación de las obras originales.

En este aspecto ha insistido también el director de Gordailua, Carlos Olaetxea, quien ha recordado que la reproducción de la cueva original de Lascaux estuvo muy relacionada "con la percepción del desastre que se estaba produciendo dentro de la cueva original por la exageración de las visitas", un caso "similar" al que también se produjo en Altamira.

Por este motivo, Olaetxea ha alabado la creación de estas réplicas que, "a la vez que representan las mejores obras de arte parietal del homo sapiens del Paleolítico Superior, están cumpliendo una función de protección del patrimonio".

Ekainberri, la réplica de la cueva de Ekain, que ha recibido cerca de 300.000 visitantes en sus diez años de historia, reproduce en unas condiciones de luz, temperatura y humedad muy similares a las de la gruta original una de las mejores colecciones de arte rupestre de Europa.

La cueva original contiene un amplio conjunto de cerca de 70 representaciones parietales, la mayoría de ellas figuras animales, aunque también existen formas abstractas y geométricas.

Al acceder a Ekain, lo primero que se contempla es una preciosa cabeza de caballo, seguida por varios grupos de distintas pinturas; el primero de ellos compuesto por cabras, ciervos (grabados) y un salmón, una pieza muy poco usual en el arte rupestre, que aprovecha la forma de la roca para dar impresión de volumen.

El segundo conjunto de pinturas es el más espectacular: un mural en el que están representados 25 caballos, nueve bisontes, una cierva, una cabra y un pez, además de varios trazos informes, en lo que, para muchos expertos, es el panel más bello de todo el arte parietal franco-cantábrico. El resto de grupos están compuestos por distintas representaciones de osos, caballos y formas abstractas.