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Fito Rodríguez vuelve a sumergirse en el surrealismo

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Fito Rodríguez vuelve a sumergirse en el surrealismoFoto: Gari Garaialde

donostia - Hace varios años que el escritor y profesor de la UPV/EHU Fito Rodríguez (Gasteiz, 1955) se embarcó en una aventura para conocer en profundidad el surrealismo. Tras dos libros anteriores sobre este movimiento, Rodríguez publica ahora Arakistainen bidea (Txalaparta), cerrando así una trilogía en la que lleva trabajando desde hace más de quince años.

En este último volumen, el profesor narra el camino de Luis Arakistain, quien fue embajador de la República Española en Berlín, y un escritor y periodista que permaneció exiliado en Gran Bretaña y Suiza tras la Guerra Civil y hasta su muerte, en 1959.

El libro comienza con Sonia Arakistain, hija del escritor, como protagonista. De tendencia más anarquista que su padre, Sonia fue una artista gráfica que acabó arrojándose al vacío, desde un tercer piso, por un amor no correspondido.

“En este trabajo cuento, a partir de la vida de Sonia, el camino del surrealismo, que es un término para reivindicar otra forma de comprender esta realidad bastante absurda, bastante estúpida, en la que tenemos que vivir”, explica Rodríguez.

Arakistainen bidea llega varios años después de dos libros anteriores sobre el surrealismo, Magrittek ez omen zuen pipatzen (2001) y Jeu de Paume (2005), que juntos forman una trilogía en la que el autor investiga este movimiento artístico.

“El artista René Magritte pone en cuestión la representación con su obra Ceci n’est pas une pipe (Esto no es una pipa). Me di cuenta que para el término representación en euskera contamos, como mínimo, con tres palabras distintas. Por lo tanto, el lenguaje del surrealismo en euskera necesitaba de un desarrollo literario, que es lo que yo intento ofrecer con estas obras”, agrega Rodríguez.

El profesor afirma que siempre le ha interesado este movimiento artístico “porque sus creadores son muy divertidos. Sus exposiciones me parecen muy entretenidas, porque sus obras son una especie de chistes visuales que te llevan a lo absurdo y te hacen comprender lo que es la estupidez de la realidad”.

Según apunta Rodríguez, este movimiento lo que “aporta es la posibilidad de poner en ridículo al poder, la realidad en la que nos hacen vivir, y eso puede resultar divertido y una aportación clave para poder comprender el arte y, desde luego, la literatura dentro del arte”, señala.

“El surrealismo ayuda a trabajar el ojo connotado, del deseo, del inconsciente, del escrito o del artista que intenta no hacer en la realidad cotidiana”, concluye Rodríguez, quien no descarta seguir con sus estudios sobre esta materia.

Otros trabajos “Los temas del surrealismo para mí siempre están ahí, como los buenos vinos, esperando en la bodega mientras se van haciendo cada vez mejores”, anuncia Rodríguez, quien asegura que entre tanto hay “otras vendimias”: “He hecho varias novelas, en distintas editoriales, por ejemplo después de Jeu de Paume trabajé más sobre las cuestiones del cine, y tuve la suerte de que me dieran el premio Joseba Jaka de creación literaria (modalidad de ensayo) en 2005, gracias al ensayo Kasandra Leihoan”, recuerda.

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid (1978) y doctorado en Ciencias de la Educación en el año 1988 por la UPV/EHU, Fito Rodríguez es miembro de la asociación de Estudios Vascos, de la Asociación de Amigos del Bertsolarismo, de la Asociación de Escritores en Lengua Vasca y del PEN Club Vasco.