el pintor Edu López (Donostia, 1965), afincado en Bilbao tras sus estudios en la UPV y en Kassel (Alemania), haber realizado diversos talleres y seminarios en Arteleku, y haber sido premiado en Gure Artea y en Noveles de Gipuzkoa, vuelve a exponer sus pequeños y diminutos formatos, denominados Las razones del monstruo, en la galería Altxerri de Donostia.

Monstruo que nos recibe a la entrada de la exposición con un sugerente grafismo negro, grafismo e ilustración que es una de las bases estructurales de su pintura: paisajes, grafismos, personajes de cine y ficción, urbes y ciudades, tratados sobre fondos neutros, de gran simplicidad y sobriedad de medios. Toda la exposición se resume en una propuesta de pequeño libro-objeto, que a su vez contiene un resumen de los cuadros expuestos en la muestra, y resueltos en cuadros miniaturas de pequeñísimo formato.

Formatos que la crisis económica que padecemos desde hace años (monstruo que todo lo devora) está obligando a muchos artistas del panorama internacional a no pintar, o a buscar salidas, como las propuestas de Edu López, trabajando en pequeños formatos. El artista no se resigna a la inanición y busca seguir realizando su obra, pese a quien pese.

Surgen así su tríptico dedicado a Gropius y a la Bauhaus, su díptico al papel de la mujer en la sociedad de todos los tiempos, al viaje del pintor como astronauta, los retratos de Marilyn, Superman, Tintín, y, sobre todo, sus excelentes paisajes, en los que el pintor demuestra tener una sensibilidad exquisita, proveniente de su amor al diseño gráfico, al cómic y a la literatura surrealista. Sus homenajes a Ortega Muñoz, a pintores vascos y a los de la pintura de camuflaje, así lo demuestran. Él posee una sintaxis pop que todo lo degluta, sin ocultar nada. Su visión poliédrica de la realidad y de la pintura convierte todo en hecho plástico, casi sin tocarla, apenas interviniendo sobre el plano, sobre la superficie neutra.