Donostia - Para su primera película, As You Are, el joven Miles Joris-Peyrafitte ha escogido el amor adolescente y el sentimiento de soledad como temas, y ha ubicado la acción en los años 90, con el grunge como banda sonora y el suicidio de Kurt Cobain como detonante del drama. También planean sobre el filme cuestiones como el control de las armas de fuego o los derechos de los homosexuales, pero la suya, subraya, “es una película de adolescentes que se quieren” y que aspiran a compartir el “amor verdadero”.
La elección de la década en la que transcurre el relato aportó a Joris-Peyrafitte “un marco cultural más amplio” para abordar sus temas. La misma historia, transportada a la actualidad, habría requerido de otro enfoque, toda vez que la proliferación de las nuevas tecnologías e Internet han cambiado radicalmente las formas de comunicarse. En As You Are los personajes se relacionan de tú a tú, sin filtros, y eso introduce el relato en “una olla a presión”. “En la época adolescente las relaciones son muy intensas. Quieres a un amigo pero no sabes lo que significa. Esta película toma esa pregunta y la lanza a otro lugar. Hay que navegar y descubrir qué significan esas relaciones”, aseguró.
Los actores Owen Campbell y Charlie Heaton -popular por su personaje de Jonathan Byers en la serie Stranger Things- convivieron puerta con puerta durante el rodaje y construyeron sus papeles en permanente colaboración. “Hubo una unión casi natural. El equipo era pequeño y el elenco, también. Todos éramos jóvenes y nos convertimos en una gran familia”, explicaron antes de deshacerse en elogios hacia su compañera de reparto Mary Stuart Masterson, que en los 90 gozó de popularidad por sus papeles en títulos como Tomates verdes fritos y Benny & Joon. En opinión del director, la veterana actriz demostró ser “muy valiente” al involucrarse en una película tan pequeña -la primera que realiza en una década- en la que su presencia funciona también como guiño hacia una época.
Como sugiere el título del filme, Nirvana es el grupo predilecto del director, pero no incluyeron sus canciones por una cuestión de derechos. “Solo una canción de Nirvana cuesta el triple del presupuesto de toda la película”, subrayó el director, quien comparado con el realizador Gus Van Sant, alabó el talento con el que este dota a de “credibilidad emocional” a todos sus personajes.