Basarri, Azpeitia y Loyola
se cumple ahora el primer centenario del nacimiento de Ignacio Eizmendi, Basarri, popular bertsolari del pasado siglo nacido en el caserío Granada de Errezil el 27 de noviembre de 1913, y fallecido el 4 de noviembre de 1999. Basarri, entre sus recuerdos de niñez, nunca olvidó a nuestro pueblo, Azpeitia, pues estudió en el colegio de los Hermanos Maristas de nuestra villa, a donde venía a pasar la semana en casa de unos parientes y los fines de semana regresaba a Errezil. Más tarde prosiguió sus estudios en el colegio Antoniano de Zarautz, donde pasó a residir su familia. El finado escritor azpeitiano José de Arteche siguió con vivo interés a Basarri, tanto en su trayectoria de bertsolari como en la de escritor, en prensa y revistas diversas. Nuestro escritor dedicó varios artículos en prensa y libros a Basarri, elogiando su privilegiado carisma de bertsolari excepcional, culto y entrañable Y por parte de Basarri, en sus bertsos y escritos mostró por Arteche sincero afecto.
Tras la muerte de José de Arteche, el 23 de septiembre 1971, Basarri escribió un afectuoso artículo en su honor con el título de Agur, lagun zar, agur, Joxe!, que fue publicado en La Voz de España del 26 de septiembre de 1971 y en la revista Zeruko Argi'a del 10 de octubre de 1971, que sería recogido en el libro Canto a Joxe, coordinado por José Ignacio Tellechea ldígoras, recopilando los más de 60 artículos que se publicaron con ocasión de su fallecimiento y que Maritxu, la viuda de Arteche, tenía celosamente guardados. Estos artículos fueron recopilados en forma de libro y publicados en septiembre de 1972 con ocasión del primer aniversario de la muerte de nuestro escritor por el Grupo Dr. Camino de Historia Donostiarra de la RSBAP (Obra Cultural de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián).
Manifestaba Basarri en su artículo: "Eskola batean giñala esaten zidan Artetxek. Ura azi Samarra Zan ordurako. Ni umea artean. Ark ni gogoan, nik ura ez. Geroztik etzan eten gure arteko adiskidetasun lokarria. Benbenetako adiskide ta lagunak".
"El bertsolari de la elegancia", como calificó a Basarri José de Arteche en uno de sus artículos (La Voz de España del 5 de abril de 1951), tuvo con frecuencia en sus actuaciones públicas como bertsolari y escritor en prensa y revistas, afectuosas referencias a nuestro pueblo de Azpeitia y sus gentes. Hoy, en el entorno de esta conmemoración y como homenaje de reconocimiento a su labor, las recordamos, siquiera, muy brevemente:
Azpeitio erriari
Azpeiti maite, aztu-eziña/apalki nator zugana/lzarraitz bikañaren oñetan/zaude gozoro etzana./Amaika seme argi tu bizkor/ezaugarritzat emana/munduaren lau egaletan gaur/sarri aitatzen zerana./Zure pozaren aunditasunak/nolatan mugarik izan? /Zenbateraño irixten dan nik bertsoz ez nezake esan./Zuk landutako lur-zati ori/ain mardulu izango zan/San lnazio arrigarri bat/zerbaitegatik jaio zan.
Revista Arantzazu. 10 de septiembre de 1957. Recogido en Auspoa, en el libro dedicado a Basarri, Nere Bordatxotik (Bertso-Bilduma)
Mi recuerdo de Loyola
"Tengo varios y muy agradables. Hay uno, sin embargo, que nunca podré olvidar. Andaría entre los nueve y diez años de edad. Organizaron una excursión al Santuario de Loyola para los alumnos de la Escuela Antoniana de Zarautz, donde era un estudiante más. Visitamos el santuario, la capilla de San Ignacio y todo cuanto era digno de ver y admirar. No sé qué festividad sería, pero había bertsolaris en Loyola. Recuerdo que desde los amplias ventanales, cantaron Zubeltzu y Txapel, difuntos ambos. Era tal la afición que sentía para el arte de la improvisación, que me sentía traspasado al paraíso celestial. Nada les interesaba a mis compañeras de clase aquel debate poética. Ellas jugueteaban en la gran explanada, mientras que yo no perdía ni una sola palabra de cuanto cantaban.
Era la primera vez que escuchaba a dos bertsolaris cantar ante el público, si bien estaba habituado a escuchar a cuantos cantaban en nuestra taberna Azken Portu de Zarautz.
Aquella escena me dio grandes ánimos para continuar cultivando el bertso individualmente. Leía cuanto llegaba a mi alcance y escuchaba con gran interés cuantas anécdotas cantaban los parroquianos del Azken Portu, relacionadas con los antiguos bertsolaris. Conforme transcurrían los años, iba creciendo mi apego. Me gustaban muchas cosas a tal edad, pero mis preferencias estaban por el bertso improvisado, al que le concedía inmenso mérito. Mi primera visita a Loyola fue muy positiva para la trayectoria que luego tenía que seguir. El resto ya lo saben ustedes".
(Artículo escrito por Basarri en su sección Nere Bordatxotik, del periódico El Diario Vasco del 30 de julio 1988, víspera de la festividad de San Ignacio de Loyola)
En esta efeméride del primer centenario del nacimiento de Ignacio Eizmendi Manterola, Basarri, nuestro recuerdo y gratitud.