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Media veda alavesa

A pocos días de que comience la media veda, Álava se erige como una alternativa muy equilibrada para el cazador vasco. Pese a que cazar hoy en día no es barato, en esta provincia se encuentran cotos no tan caros como en Burgos o Palencia, y a una distancia notablemente inferior para muchos cazadores de Bizkaia o Gipuzkoa.

Serán ellos, junto a los propios alaveses, los que pasen la última quincena de agosto y primera de septiembre tras las codornices, tórtolas y torcaces. En lo que respecta a la africana, quizás sea la modalidad de caza más encantadora de las que se practican en media veda, acompañados por nuestro perro y disfrutando de su trabajo, muestras y cobros.

No obstante, todos sabemos que aún resta mucho por luchar a favor de la codorniz, por concienciar a políticos y agricultores de la necesidad de que esta ave sea tenida en cuenta. Me refiero a buenas prácticas que poco costarían, como no cosechar ni enfardar de noche, comenzar las fincas por el centro en lugar de las orillas o respetar 20 centímetros de mascón, como ya indica una directiva europea demorada en España.

Tampoco hay que olvidar que, además de esta fortuita ave, la torcaz es cada vez una alternativa de mayor calado entre los cazadores para estas fechas. Mientras se constata un claro incremento de sus poblaciones mundiales, en Álava también se caza alrededor de campos de girasol, guisantes o encinares donde estas aves tienen su querencia.

La tórtola común, en cambio, nos visita a mediados de septiembre mediante un paso fugaz por la provincia que normalmente propicia pocas oportunidades de caza. No ocurre esto con la tórtola turca, sedentaria, la cual no ha podido cazarse en Euskadi en los últimos años por problemas administrativos, que podrían solventarse con la nueva Ley de Caza Vasca, para lo cual Adecap ya ha cursado su petición ante el Gobierno Vasco.