The New York Times calificó a Los Soprano como “el producto cultural más importante de los últimos 25 años”. La serie que muchos coinciden en afirmar que revolucionó la forma de narrar en la televisión en unos tiempos en los que la producción de series, salvo algunos destellos destacados en muy diferentes géneros como pudieron ser Twin Peaks o Doctor en Alaska, ambas de 1990, bien podría decirse que estaba iniciando el camino del nutrido panorama del que disfrutamos hoy, se estrenó el 10 de enero de 1999.

El artífice de Los Soprano fue David Chase, quien antes de materializar la exitosa serie, ya había trabajado como guionista en títulos como la citada Doctor en Alaska y había ganado dos Premios Emmy. En un principio, la historia de un mafioso en terapia con problemas familiares estaba pensada para ser recogida en una película pero finalmente Chase decidió adaptarla y darle forma de serie de televisión. Y fue en 1995 cuando escribió el guion del episodio piloto asegurando que trataba de “aplicar mi propia dinámica familiar a los mafiosos”. Aunque en gran parte se inspiró en una familia, los DeCavalcante, un clan del crimen organizado en la Nueva Jersey de su juventud.

Chase no lo tuvo fácil para encontrar canal de difusión. Puerta de cadena de televisión a la que llamaba, puerta que se cerraba. Hasta que llamó a la de HBO, a cuyos directivos convenció contándoles la historia de “un hombre de unos cuarenta años en una crisis de mediana edad. Tiene problemas en su matrimonio, en su trabajo, cría hijos adolescentes en la sociedad moderna. Las presiones de cualquier hombre de su generación, con la diferencia de que es el jefe de la mafia del norte de Nueva Jersey. Y va a una psicóloga”.

VAIVENES EN EL CASTING

Con los cimientos ya puestos, había que elegir a los protagonistas. En un principio, James Gandolfini no era precisamente el actor pensado para interpretar a Tony Soprano, ya que Chase creía haberlo encontrado en Steve Van Zandt, el guitarra de la E Street Band de Bruce Springsteen. 

Gandolfini, que para entonces acumulaba ya algunos papeles en cine pero a quien le faltaba un protagonista, acudió a un casting que le salió de todo menos bien. Pero bastó para que, con su sola apariencia, encandilara a Chase y se hiciera con el papel de su vida.

En un reparto muy coral también destacó Lorraine Bracco (Uno de los nuestros). Le ofrecieron el papel de la esposa delo protagonista pero ella pidió ser la doctora Melfi, la psiquiatra de Soprano.

Así se fraguó la historia de una serie imprescindible. Que si hoy, en pleno 2024, ha triunfado el clan familiar de Succession, en una lista de las mejores series de siempre aparecerían juntas en el ranking.

Tras seis temporadas, Los Soprano llegó a su final en junio de 2007 habiendo conseguido el favor de público y crítica y múltiples galardones, como los Premios Emmy, los Globos de Oro, los Primetime Emmy o los del Sindicato de Actores, con Gandolfini como especialmente reconocido.