Día negro en la Itzulia. Está siendo la edición de las caídas. Es todo una pena. En esta ocasión hemos sido testigos de una caída muy fea que ha podido tener incluso peor desenlace. Varios ciclistas han acabado en el hospital. Vingegaard, con fractura de clavícula y varias costillas. Jay Vine, con fracturas cervicales y costillas. Remco, con fractura de clavícula. Cras también ha sido hospitalizado con los pulmones perforados. Lo cierto es que en la curva en la que se han ido al suelo Vingegaard, Roglic, Evenepoel, Cras o Vine es muy difícil de prever que pueda ocurrir algo así si no las has reconocido con anterioridad en bici. Es una zona en la que las raíces de los árboles levantan el asfalto y eso unido a la gran velocidad ha desencadenado una caída terrible. Muy grave. Nunca he visto que hayan caído, además de esa manera tan fuerte, varios favoritos. La Itzulia, sin ellos en carrera, cambia del todo. Se está teniendo mala suerte con las caídas porque si se analiza el recorrido no tenía ningún punto caliente, pero está siendo la Itzulia con más caídas. En el ciclismo, el riesgo cero no existe y es muy complicado preverlo todo. Las imágenes han sido muy duras y más de uno se ha librado de una situación peor. Esperemos que los accidentados se recuperen lo antes posible. En cuanto a la decisión de neutralizar la carrera atrás, en el pelotón, y dar vía libre a los escapados, yo nunca hubiera adoptado esa decisión. Entiendo que era un marrón para la organización y querían al menos un ganador. Cualquier decisión que se tomase iba a ser cuestionada o polémica. Desde mi punto de vista había dos opciones: o todos disputaban la etapa o neutralizarla. Para mí no es justo hacerlo a medias porque los del pelotón tenían opciones de disputar la victoria. Un día para olvidar.

Director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk