Creo que le pillo en Calpe, en Alicante...

Sí, aquí ando, alojado en un hotel con el equipo y acumulando muchos kilómetros por la zona. Es ya nuestra segunda concentración juntos y estoy muy contento.

¿Por qué el Q36.5?

Pues principalmente por dos motivos. Para empezar, me pareció atractivo fichar por un equipo con una filosofía distinta y que va más allá del propio ciclismo. Esta estructura viene de lo que antiguamente era el Qhubeka: tiene proyectos humanitarios en África y un compromiso social muy marcado. Además, pasando ya a lo estrictamente deportivo, el Q36.5 me ofrece todo tipo de ayudas para mejorar y para crecer como ciclista: material, entrenadores, médicos, nutricionistas... Están muy avanzados en este sentido y, como te comentaba ahora, cuentan también con la herencia de una escuadra que estuvo en su día en el World Tour. Saben lo que es ese mundo. 

¿Tuvo más opciones en el mercado? ¿Pudo elegir equipo?

Tenía unas cuantas posibilidades más, pero no me costó tomar la decisión, porque vi que aquí me querían de verdad. Mostraron un gran interés y tienen entre manos un proyecto atractivo que me ofrece la oportunidad de crecer junto a ellos. Esto es bueno para un ciclista en desarrollo como yo. Llego a un equipo que no está asentado en la élite y que quiere acercarse a ella. Mi situación es exactamente la misma.

Se lo iba a preguntar pero ya me lo acaba de decir. Aterriza en un proyecto ambicioso...

El Q36.5 acabó el 2023 en la 23ª posición del ranking mundial. Su idea es la de terminar llegando al World Tour, pero hasta entonces se trata de estar entre los mejores equipos de la segunda categoría para poder ser invitados a las grandes vueltas y a las carreras más importantes.

¿Qué más refuerzos han llegado a la plantilla este invierno?

Se ha fichado a gente como David de la Cruz (Astana), Giacomo Nizzolo (Israel) o Jannik Steimle (Soudal-Quickstep). Y además se ha mantenido la confianza en el bloque del año pasado. Ya no es solo que hayan llegado buenos corredores, sino que se ha apostado por aumentar la plantilla a 27 ciclistas para ir con gente en forma a todas las carreras.

¿Sabe algo de su calendario?

Todavía poca cosa. Estamos a la espera de recibir o no determinadas invitaciones para acabar de diseñar el programa de cada uno. Sí te puedo decir que el equipo arranca el año en Antalya (Turquía), Arabia Saudí y Comunitat Valenciana, así que empezaré en alguna de estas tres carreras.

Comentó en su día que la agenda de pruebas que manejaba el Euskaltel se le quedaba algo corta...

A ver, es que a mí me van las carreras de un día y las vueltas de una semana, con su contrarreloj y con alguna subida de entre cinco y diez minutos. Yo entiendo perfectamente que un equipo como el Euskaltel no tuviera mucho acceso a pruebas de este tipo. Ahora el Q36.5 me da la opción de probarme en una Tirreno-Adriático (la corrieron el año pasado) o en las Ardenas. Creo que el calendario de mi nuevo equipo se va a amoldar mucho mejor a mis características.

¿Qué más cambios va a experimentar en la nueva temporada?

Al final, cuando te vas a otro equipo varían muchas cosas. Del calendario te acabo de hablar, y también he cambiado todo el equipo de trabajo. Soy un recién llegado al Q36.5 y ellos quieren que entre en su órbita: me han puesto nuevo entrenador, nueva nutricionista, nuevo fisioterapeuta... Y tengo a uno de los directores deportivos, Álex Sans, haciéndome todo el seguimiento.

Prácticamente me ha adelantado ya sus objetivos del curso.

Creo, como decía, que puedo rendir bien en vueltas de una semana que tengan crono. Pero, si me preguntas por objetivos, te citaría el Campeonato de España contrarreloj, además de crecer como corredor de clásicas. Tengo compañeros con gran experiencia en las pruebas de un día y quiero absorber todo lo que me vayan enseñando.

¿Siente la necesidad de reivindicarse tras un mal final de la pasada temporada?

El 2023 empezó muy bien para mí, pero luego no terminé de encontrarme a mí mismo a nivel mental. Sufrí un par de baches que me costó superar. A partir de ahí, inmerso en esa dinámica, todo parecía ya mala suerte: las caídas, las malas carreras... Fueron meses difíciles, se hicieron largos, pero después todo ha terminado saliendo bien. Ahora siento ilusión y las pilas recargadas.

¿Achaca ese proceso de dificultades al cambio de equipo y a todos los rumores que se generaron alrededor?

Bueno, al final uno siempre se ve afectado por todo lo que le sucede. Sí que hubo un momento en el que notaba que la gente daba por hecho que me iba del Euskaltel: que si a este equipo, que si al otro... De repente me vi sin contrato para 2024 y digamos que sin rendimiento para 2023, una situación que no llevé bien. Entrenando las cosas salían, los datos eran buenos, pero luego no los trasladaba a la competición y entré en una especie de lucha contra mí mismo. No me encontraba. Pero ya le he dado la vuelta.

Ha firmado hasta...

De momento hasta 2024. Tengo un año de contrato con el equipo.