Donostia. Los exigentes 42,5 kilómetros cronometrados con salida y final en Grenoble depararon dos vencedores. Uno, el alemán Tony Martin, que acudió al Critérium de Dauphiné con la idea de vencer en la contrarreloj, y no defraudó. El otro ganador fue el inglés Brad Wiggins, que acabó segundo, solo derrotado por la lluvia y el cohete teutón, pero se vistió el maillot amarillo con más de un minuto de renta sobre Cadel Evans y Janez Brajkovic.

En una jornada marcada por el viento y la lluvia, Martin se alió con el reloj por cuarta vez en 2011, tras su éxitos en Algarve, París-Niza ganó la general en ambas citas y País Vasco. Tanto en la ronda vasca como en el Dauphiné se desentendió de la general a las primeras de cambio. Los diez minutos que perdió en las dos primeras etapas, le permitieron ayer tomar la salida dos horas y media antes que Alexandre Vinokourov hasta ayer líder y contar con una climatología algo menos adversa que los últimos en partir.

Entre estos, Wiggins se salió. Aventajó en 1:06 a Brajkovic, 1:09 a Evans, 1:48 a Rui Costa, 2:07 a Vinokourov (14º), 2:28 a Jurgen Van den Broeck y 2:38 a Robert Gesink. En un trazado muy duro, el británico se dejó la victoria en los últimos descensos hasta Grenoble, en los que bajó cuadrado: "No quise tomar riesgos, porque el piso estaba muy deslizante", afirmó. Su director, Sean Yates, lo vio tan mal, que dejó de darle indicaciones: "Le dije que me diera siempre referencias, izquierda o derecha, pero hubo un momento en que él se puso nervioso y dejó de hablar". Verle bajar, acongojaba. De hecho, en el kilómetro 15, Martin aventajaba en 21 segundos a Wiggins, pero ambos se igualaron en el 27,5 y, a partir de ahí, al alemán tiró menos de freno.

Tanto en París-Niza acabó tercero y también fue segundo en la crono tras Martin como en Dauphiné, Wiggins recuerda al ciclista que deslumbró en el Tour de 2009, al que se presentó como un gran contrarrelojista doble campeón olímpico de persecución individual y en París fue cuarto. Sin embargo, fracasó en la pasada Grand Boucle, cuando "acusé la fatiga del Giro". Este año declinó la corsa rosa. "Aún me falta para llegar al 100%", aseguró ayer. Como a todos. Aunque es de esperar que Samuel Sánchez esté mejor que lo que refleja su 3:27 de pérdida, igual que Beñat Intxausti (4:25), Haimar Zubeldia (5:54) o Ivan Basso (6:16). Wiggins ahora tratará de "mantener el maillot" de líder. Salvo el final de hoy en Mâcon, restan tres llegadas en alto, las dos últimas en Le Collet d'Allevard (Fuera de Categoría) y La Toussuire (1ª).