Donostia. Mikel Nieve volvió a estar ayer con los mejores y recuperó a costa de José Rujano la sexta plaza que la víspera le arrebató el bielorruso Sivtsov. El leitzarra afirmó que "parece mentira que sea la última semana del Giro, porque vamos tan rápido como en la primera. Pese a la lluvia y las rotondas, en la primera hora hemos cubierto más de 50 kilómetros", tras los que salió la fuga del día, formada por Rabottini (Farnese), Bak (HTC) y Pineau (Quick Step).

El navarro se sintió "bien" en las dos ascensiones de ayer, Mottarone, de primera categoría, y Macugnaga, de tercera, donde estaba la meta. "Cuando arrancó Contador era imposible seguirle, he ido a tope hasta el final, y punto", sin fijarse en lo que venía por detrás. "No he mirado las diferencias con respecto al resto de rivales de cara al top 10", admitió. "Que pase la etapa de mañana -por la de hoy-, y entonces ya veremos si hay opciones. Me haría ilusión acabar entre los diez primeros, pero sobre todo por mí. No sé si volveré a tener la ocasión de estar en posición de lograrlo".

Quien ya no tiene opción de colarse entre los diez mejores es Igor Antón, que ayer perdió más de 19 minutos. "Los esfuerzos van pasando factura", afirmó el vizcaino, que se siente "cansado". Ayer se quedó antes de la subida final. "Me he visto cortado por una caída", y ya no pudo enlazar "entre coches, a 60 por hora, lloviendo". Así, afrontó la subida final "sin ir a tope", por lo que espera "que las fuerzas que he podido guardar me ayuden para estar competitivo (hoy) en Finestre". Aunque, "repito, me siento muy cansado".