No somos lo que hacemos. Somos lo que queda cuando dejamos de hacer. Muchas personas trabajadoras pasan todo el año esperando disfrutar de unas vacaciones. Otras, en cambio, necesitan que llegue el periodo veraniego para poder trabajar en el sector turístico que tantos beneficios aporta a las empresas y tanta precariedad inyecta a la mano de obra subalterna y migrante.
En el caso de quienes tienen vacaciones, éstas con demasiada frecuencia se convierten en más trabajo que cuando se está trabajando. Si vacaciones significa no hacer nada o en todo caso disfrutar de aquello que no se puede hacer cuando se está produciendo, en vacaciones hay que cuidar a los peques que no tienen escuela, hay que viajar haciendo turismo al uso, de aventuras o turismo político. Hay que consumir en alojamiento, restaurantes, gasolina y demás gastos extras para los que se ha estado ahorrando todo el año, hay que hacer cosas para “aprovechar” esas escasas semanas de oro que ya no tendremos durante el resto del año.
En definitiva, un nuevo estrés que nos pasará factura después por la sensación de que todo ha pasado más rápido o más penosamente de lo que hubiéramos deseado. Como bien expresó G. Debort en la sociedad del espectáculo: “Todo tiempo arrebatado al trabajo no es tiempo libre sino también tiempo de trabajo”. Una parada técnica que nos concede el capital para que tomemos el exacto respiro necesario para volver a generar plusvalía. Y así, el final de las vacaciones se convierte en un bajón anímico con la vuelta a la rutina. Rutina laboral en la que muchos hombres se refugian para librarse de los trabajos domésticos y de cuidados, y que afecta especialmente a las mujeres con la vuelta a la imposible conciliación laboral y familiar.
Las estadísticas hablan por sí mismas. A partir de septiembre la afluencia a los gabinetes psicológicos, así como los jurídicos especializados en conflicto y separación matrimonial, se dispara como consecuencia de las secuelas vacacionales. Así que no nos olvidemos. Vacaciones es no hacer nada, lo otro es, otra cosa.