Acabo de leer un libro sobre D. Manuel de Irujo. Hombre realista, cercano, inteligente y humanista. Fue un hombre que no sólo tenía razón, sino que, además, era capaz de que los otros se la dieran. En el campo político, si tienes razón pero no te la dan, sirve para poco. Las leyes quedan frenadas en el Parlamento o en el Senado si los que tienen que votar no le dan la razón a quien las presenta, aunque la tenga. Y ¿cómo conseguir que le den la razón a uno cuando de verdad la tiene? Puede ayudar mucho el talante dialogante, la buena metodología de trabajo y, sobre todo, la correcta e inteligente presentación de los temas. Necesitamos esa voz sabia, diligente y eficaz, aquí y en Madrid. He conocido a tres políticos como Maribel Vaquero, Joseba Agirretxea y Luke Uribe-Etxebarria que llevan unos años de su vida al bien común y, desde un planteamiento ético intachable, sirven eficazmente a la sociedad guipuzcoana y vasca en general con imaginación creadora y de justicia social. Es fundamental una política valiente sobre la vivienda, una economía más social y que produzca más puestos de trabajo con una estabilidad salarial acorde con el IPC, promocionar y cultivar la igualdad en la diversidad. Es importante consolidar la esencia del País Vasco, abierto y plural.
