Cada año el Departamento de Educación del Gobierno Vasco convoca los Premios Extraordinarios de Bachillerato para reconocer el esfuerzo y el trabajo de los alumnos que han cursado Bachillerato con excelente rendimiento académico. Este año, diez de los alumnos y alumnas más brillantes de un instituto donostiarra se van a quedar sin optar a estos premios por un error administrativo. Incomprensible. Estos estudiantes presentaron su solicitud en plazo en la secretaría del instituto pero la secretaría, al parecer, no dio registro de entrada a la solicitud en plazo y el Departamento de Educación ha negado a estas diez personas el derecho a presentarse a estos premios. El instituto ha reconocido su error y ha instado a los estudiantes a presentar un escrito ante los diferentes departamentos de educación (a la delegada de Educación, al director de Centros y Planificación, al jefe Territorial de Inspección y a la inspectora del centro educativo) para que puedan participar en estos premios. El fallo ha sido administrativo y en ningún caso debería afectar al derecho de estas diez personas a inscribirse en estos premios. Errar es humano y rectificar es de sabios. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco debería rectificar y dar la posibilidad a estos jóvenes, que llevan dos años de bachillerato esforzándose día a día, de poder tomar parte en estos premios. Lo contrario, por mucho error burocrático que sea, sería una tremenda injusticia para ellos.
