Es inaceptable la política nefasta de la Dirección General de Carreteras del Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa, respecto a la mutilación que han sufrido numerosos plátanos en las carreteras N-1 entre Andoain y Lasarte, GI-636 entre el polígono de Lintzirin y Gaintxurizketa, y GI-2132 entre Galarreta y el cementerio de Hernani respectivamente. No es la primera vez. El desmochado total de la estructura del tronco de los árboles, de los plátanos en este caso, es una práctica arcaica fruto del desconocimiento de las técnicas de arboricultura en el mantenimiento del arbolado público, que pensaba estaba hoy totalmente superada. Desconozco si la citada dirección de carreteras cuenta con personal técnico suficientemente formado en la gestión del arbolado vial. Hoy en día, no se puede permitir el descabezado de semejantes diámetros de troncos, es una de las causas mayores del mal estado sanitario de los árboles de alineación. Las nuevas ramas que surjan, lo harán en la periferia del corte, zona muy inestable cuando las ramas se desarrollen y alcancen cierto grosor. Al mismo tiempo, con el corte horizontal, se inicia una podredumbre interna del tronco, produciendo con el tiempo cavidades donde se acumula el agua de lluvia y termina por favorecer la pudrición de la madera, con el peligro, ahora sí, de caída de grandes ramas. Espero que no sea con motivo de las etapas del Tour de Francia a su paso por Gipuzkoa, porque en aquel país, se observan grandes arboledas sin desmochar junto a las carreteras.
