Pasados unos días desde que el Gobierno español aprobó el plan ilegal marroquí para el Sáhara Occidental, las cosas empiezan a aclararse. Los que han aprobado este plan ilegal quieren convencernos de que con esta decisión los flujos migratorios estarán mejor controlados, y que Marruecos cesará con la reivindicación sobre Ceuta, Melilla y Canarias. Pero la realidad no va por ahí, más allá de la llegada masiva de inmigrantes a la península que prosigue con la misma intensidad, el Gobierno marroquí no ha dejado escrito en ningún sitio su rechazo a las reivindicaciones territoriales antes aludidas. Por lo tanto, las grandes razones deben de estar en otros lugares. Por la información de que dispongo parece ser que el presidente Sánchez ha cedido el Sáhara siguiendo las órdenes de una oscura organización con sede en Miami, y de la cual según distintos documentos obtenidos por Santiago Royuela podrían formar parte el presidente Sánchez, Robles, Marlaska y Zapatero. Pero, ¿por qué lo ha hecho? Pues principalmente creo que para enfadar a Argelia y que así sean los estadounidenses los que nos vendan su gas, por cierto un 40% más caro. A esto habría de añadírsele el descubrimiento de teluro y cobalto en aguas próximas a Canarias. Con la ilegal admisión de las pretensiones marroquíes sobre un territorio que nunca ha sido suyo, al Estado español la lucha sobre la soberanía de las aguas donde se encuentran estos yacimientos se le ha puesto más difícil puesto que Marruecos también las reclama, luego la pregunta que surge es la siguiente: ¿A cambio de qué ha hecho Sánchez esta cesión? Ayer el PSOE apoyó la moción de Podemos sobre el Sáhara, pues los socialistas han conseguido que del texto se eliminen las palabras autodeterminación y referéndum. Esto apenas ayuda a la causa saharaui pues después de la metedura de pata del señor Sánchez lo que ahora se pide es claridad.
