Actualmente hay una enorme variedad de programas de cocina; concursos, restaurantes, recetas caseras, comidas exóticas, veganos... Todos mencionan innumerables tipos de cocina; tradicional, de autor, kilómetro cero, alta cocina, vanguardista, molecular, de fusión, de producto, ecológica, popular, técnico-conceptual, creativa, de investigación, de mercado... Y explican diferentes técnicas; baja temperatura, esferificación, deshidratación, criogenización, hidrogeno líquido... Sin embargo, en ningún programa se habla de la cocina más importante; la del sentimiento, o del ingrediente más poderoso de un cocinero. Sin ellos todo lo anterior no sirve para nada, son solo técnicas e instrumentos vacíos de contenido. Se intenta copiar la cocina tradicional de las abuelas, sin usar su principal ingrediente: el amor. Solo se puede cocinar bien si pensamos en el comensal; ya sea familiar, amigo e incluso desconocido, y queremos lograr que disfrute de un momento de felicidad. Ese es el principal ingrediente de la buena cocina.