Bien sabemos el significado de la frase del titular de la carta. Cuántas veces la habremos dicho. El poeta, autor satírico y crítico austríaco, Karl Kraus (1874-1936), escribió: "Aparentar tiene más letras que ser". Lo que importa de verdad es ser, no aparentar. Las apariencias son medias verdades o mentiras que nos hacen mucho daño. Nuestra sociedad está llena de apariencias, y lo que importa de verdad son realidades, no ficciones.
"Ser" es una palabra breve y sustanciosa; "aparentar", en cambio, es un vocablo largo y vacío, de nula efectividad. El querer tener siempre más y más cosas nos entorpece el espíritu y no alcanzamos nunca la verdadera sabiduría. Cosas de este estilo nos escriben los pensadores de la vida (filósofos, psicólogos, sociólogos...). Si elimináramos de nuestra existencia lo que no es indispensable, estaríamos más alegres y sentiríamos más felicidad interior. Andamos muy de prisa y despistados, y, consecuentemente, somos muy superficiales. La precipitación y la superficialidad nos deshumanizan y nos privan de sensibilidad. Y sin sensibilidad somos incapaces de captar los principales problemas del mundo y las principales necesidades de la gente. ¿No le parece que la precipitación y la superficialidad no solo son dos defectillos sociales, sino dos enfermedades crónicas de tipo ético muy graves?