Otra vez multas

Nuevamente nuestro querido agente de pelo corto y casco, con barba y gafas, ha hecho acto de presencia en Zuatzu, en su rincón favorito detrás del restaurante Algorri. Ha desplegado sus encantos y ha empezado a multar a todo el que le ha parecido, sin criterio lógico, salvo el suyo claro está. Concluye el número nuevamente con la grúa, la cual se ha llevado dos coches al azar, era el premio gordo.

Tan satisfecho ha quedado de su faena, casi una hora de puro espectáculo, que cuando se marchaba al pasar por delante del restaurante Algorri, había tres coches estacionados en la isleta que hay delante, lo cual dificulta bastante la visibilidad de este cruce, ha pasado de largo, ni la más mínima intención de, al menos, indicar a sus propietarios la retirada de estos vehículos. Otra nueva muestra de la clara línea que sigue, este agente en especial, a la hora de ver qué es o no sancionable.

Lamentablemente, hemos cambiado de gobierno, pero seguimos recaudando de las mismas maneras y poniendo las mismas soluciones, ninguna.