Cartas a la Dirección

EL pasado 22 de junio, en el autobús que parte del Boulevard a las 12.45 horas, ocurrió un hecho que debo de poner en su conocimiento. Mi mujer coge ese autobús diariamente con nuestros hijos de tres y cuatro años de edad y se baja en Riberas de Loiola. Ese día el chófer cerró la puerta cuando mi mujer se disponía a bajar a la niña pequeña y por suerte pudo poner el brazo para evitar el golpe a la criatura y pedir auxilio, al volver a abrir la puerta cogió a la niña pero el chófer volvió a cerrarla sin que les diera tiempo a bajar, recibiendo mi mujer -por fortuna no mi hija- otro fuerte golpe.

No está jamás justificada esta prisa y actuación y menos con personas que no tienen la movilidad de un adulto como son los niños de esas edades. Si mi mujer pareciera algún tipo de lesión, pondríamos una denuncia en el juzgado pertinente, pero sobre todo, lo que queremos es que no se vuelva a repetir. Es mejor que el autobús llegue un poco tarde (si era el caso) a lesionar a los pasajeros ¿no creen ustedes?, pasajeros que pagamos nuestro billete y que muchas veces (demasiadas) nos vemos tratados como mercancía (¿acaso somos ovejas para ustedes?) y no como personas.

Aiotzol Altuna Enzunza