Londres y París, promocionan la bici urbana como servicio ciudadano. Ideas que podemos estudiar, luego de cumplir el Código de Circulación con ayuda de la Guardia Municipal.

Londres ha elegido el "alquibici" y como espónsor a un gran banco, que permite sea gratis la primera hora. Con un modelo Boris Bikes de 23 kilos, para evitar los robos. Que en San Sebastián son unos 1.000 por año. ¿Lo sabían?

París ha delimitado un gran circuito urbano donde la velocidad se ha fijado en 30 kms/h maximo para todos los vehículos con o sin motor. Y en ésa zona, buenas señalizaciones.

Pero Donostia es desmadre total, porque los ciclistas creen que ir por el bidegorri les da derechos frente al peatón. Aunque atropellen a los niños que van por la acera.

Desmadre a duplicar en el Bulevard, con un carril por la izquierda, que en la calle Hernani deberá atravesar toda la calle para ir a la derecha. Hemos avisado.

En el caso del yacimiento de Iruña-Veleia es notorio que lo más importante son las inscripciones. Si el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava cree que el asunto está zanjado, debe saber que no es así, que con buenas razones un plantel de investigadores -entre los cuales me cuento- considera que las inscripciones halladas los años 2005 y 2006 son auténticas, que los informes de la Comisión Científico-Asesora contenían graves errores como basarse en la palabra fantasma Descartes, la mala lectura Denog o Denoc por la real Denos, que Neure no era antigua en vasco, etc. A la vez, hay palabras que no han podido ser inventadas por ningún falsificador, como Elosi, de significado desconocido pero que explica el nombre del antiguo pueblo aquitano de los Elusates. Por ello, las prisas con que parece que se está realizando la excavación del yacimiento de Iruña-Veleia no sólo afectan al patrimonio arqueológico, como ponen de manifiesto las fotografías y vídeos realizados por www.sos-irunaveleia.org, sino que afectan también, y sobre todo, a la documentación de una lengua que aunque sólo fuera por su antigüedad y singularidad entre todas las de Europa, merece el más grande respeto y los esfuerzos más generosos por preservar y acrecentar el conocimiento de su pasado.

Supongamos, aunque nosotros no lo creemos, que sean falsificaciones las inscripciones encontradas en los años 2005-2006. No por eso han dejado de hallarse otras inscripciones auténticas escritas en latín que documentan el contacto del vasco con esa otra lengua que tanto influyó en el pasado del euskera y también, ¿por qué no?, nombres y palabras en euskera. La metodología de la actual excavación no permite, en nuestra opinión, rescatar tales testimonios.

Como interesados, por nuestra profesión y especialidad, consideramos urgente la paralización de las actuales obras, el cribado de las tierras ya extraídas, la limpieza de la cerámica y otro método de excavación que garantice la preservación de un patrimonio vasco y universal a las generaciones que nos sucederán, huyendo de toda clase de personalismos y afán de notoriedad.