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Jubilarnos a los 70

Teniendo en cuenta que tengo 34 años, es más que probable que los de mi generación nos jubilemos más cerca de los 70 que de los 60. El debate sobre la edad de jubilación me parece tan interesante como necesario si queremos afrontar sin demagogias izquierdistas la situación tan complicada del actual modelo de bienestar. Lo digo porque la diferencia entre la generación de mis padres y la mía en cuanto a la edad real en la que unos y otros empezamos a trabajar es abismal. Pondré un ejemplo.

Mi padre ha cotizado 49 años a la Seguridad Social, ya que empezó a trabajar a los 16. En mi caso empecé a cotizar de manera continuada teniendo bien cumplidos los 23 y creo que como yo la mayoría de los jóvenes hoy en día. Los datos, como el algodón, no engañan. En apenas unas décadas la situación ha cambiado de manera radical y si no espabilamos se nos hará de noche. Por todo ello y sin apriorismos, manifiesto mi postura favorable a ir pensando en atrasar la edad de jubilación entre los 65 y 70 para los que, como yo, empezamos a cotizar más cerca de los 25 que de los 15, como hace años.

Acabo con una idea muy oportuna: en una democracia la voluntad de las mayorías está supeditada al respeto a los derechos fundamentales de las personas, de manera que no se puede imponer sobre los derechos de las minorías. Con ella pongo punto y aparte a este debate epistolar, ofreciendo a quienes critican al Ararteko por su posición sobre los alardes una reunión para debatir serenamente sobre la cuestión