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El señor Pastor y su comportamiento

En la noche del 23 de junio, durante el debate que mantenían en ETB los sres. Pastor (PSOE), Barreda (PP), Maneiro (UPyD), Ezenarro (Aralar) y Egibar (PNV), hubo un gesto que chirrió en el desarrollo del mismo.

Se produjo cuando en el turno de palabra de Aintzane Ezenarro (Aralar), quiso establecer, de forma legítima, su forma de pensar e indicó la diferencia en los comportamientos de la crisis de los dos países: España y Euskadi.

Ese ahínco argumental hizo que sonara una rotunda carcajada, burlona, chulesca y muy irritante, por parte del Sr. José A. Pastor Garrido. Sr. Pastor, he de indicarle que en este país está mal vista la mofa y la falta de respeto de aquellas personas que supuestamente deben dar ejemplo, respeto que reclaman para ellos, respeto como ingrediente fundamental para la buena convivencia, respeto de aquellos que siempre han reivindicado su cumplimiento a la ciudadanía y más en un maestro de EGB metido en política como es usted.

En este país, ¡sí, señor Pastor!, país o nación sin Estado, una de las nacionalidades que habla su Constitución, en su art. 2, a las que hay que respetar y ayudar en su desarrollo económico y cultural, que hay que integrar y cuidad de forma escrupulosa su lengua como patrimonio de la humanidad y que "politiquillos" del tres al cuarto como usted se lo pasan por la entrepierna.

En este país no nos reímos cuando familias como la suya llegaron a esta tierra con una mano delante y la otra de atrás a ganarse, legítimamente, la vida. En este país no nos reímos cuando a los emigrantes como usted se les facilitó lo mejor de esta tierra para que con su trabajo pudiesen salir de forma digna de la situación en la que se encontraban.

En este país no nos reímos cuando personas como usted, mofándose, tratan de insultar a la ciudadanía y a su forma legítima de pensar. En este país no nos reímos cuando vemos a "personajes" como usted, que están en esta tierra para hacer "daño" a través de un "partido franquicia". En este país no nos reímos cuando vemos a políticos que se convierten en títeres como muñequitos del "pim, pam, pum", obedeciendo como mansos corderitos las directrices que se marcan en la calle Ferraz de Madrid. En este país no nos reímos cuando políticos como usted se prestan a los cambalaches que surgen de los fondos más oscuros de la política, en un país de "pandereta" como es el Estado español.

En este país no nos reímos cuando políticos como usted tratan de obviar el mayor los problemas que tiene este país, que no es otro que el de la identidad. En este país no nos reímos cuando políticos como usted trabajan denodadamente por tratar de diluir la cultura y la lengua ancestral de este país.

En este país no nos reímos cuando un lehendakari es incapaz de articular ni una sola palabra en euskera. En este país no nos reímos cuando políticos como usted hacen todo lo que sea preciso para no desarrollar lo que nos corresponde por obligado cumplimiento, jugando con la calidad de vida de sus ciudadanos.

Usted, señor Pastor, me merece todos los respetos, pero indudablemente es una mal ejemplo para la salud democrática de este país. Creo sinceramente que debe corregirse en su actitud y en su comportamiento, soberbio, chulesco y a veces despótico.