Cómo prevenir y mejorar las varices: los trucos infalibles para frenar su aparición

Las varices son dilataciones de las venas, generalmente en las piernas, que aparecen cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente, dificultando el retorno de la sangre al corazón.

Aunque en muchos casos no pueden evitarse completamente, adoptar ciertos hábitos puede mejorar su aspecto y frenar su progresión.

Según un artículo de Clinic Barcelona uno de los pilares fundamentales en el cuidado de las varices es mantener la piel de las piernas limpia e hidratada. Una piel bien cuidada favorece la circulación y previene complicaciones cutáneas.

Igualmente importante es evitar fuentes de calor directo, ya que estas provocan la dilatación de las venas. Se recomienda reducir la exposición al sol, evitar baños con agua caliente, termas, saunas, depilaciones con cera caliente o estar cerca de estufas.

Beneficios del agua fría

Por el contrario, el agua fría es una gran aliada para la circulación venosa. Realizar duchas de agua fría, aplicándola desde los pies hacia los muslos con un suave masaje, ayuda a tonificar los vasos sanguíneos y disminuir la sensación de pesadez.

El reposo con las piernas elevadas es otra medida eficaz. Elevarlas por encima del nivel del corazón varias veces al día —y durante la noche si es posible— reduce la hinchazón.

Evitar pasar muchas horas de pie o sentados sin moverse también es crucial. Estar en la misma posición por largos periodos dificulta el flujo sanguíneo. En el caso de trabajos que lo requieran, es importante hacer pausas para caminar o realizar movimientos que activen los músculos de las piernas.

Importancia de la ropa

La ropa ajustada, especialmente en la zona de las piernas y la cintura, puede obstaculizar la circulación. Por ello, se recomienda utilizar prendas cómodas y evitar calcetines, pantalones o medias demasiado apretadas.

La alimentación también juega un papel relevante. Una dieta equilibrada y saludable contribuye a mantener un peso adecuado, lo cual reduce la presión sobre las venas. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes para el desarrollo y agravamiento de las varices.

Vida activa y hábitos saludables

Entre los hábitos más eficaces está la práctica regular de ejercicio. Caminar es especialmente recomendable, ya que activa la musculatura de las piernas, la cual actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia el corazón. En casos donde caminar no sea posible, deportes como la natación o el ciclismo son excelentes alternativas, ya que también estimulan la circulación sin forzar las articulaciones.

Durante los viajes largos en avión, coche o autobús, es importante levantarse y caminar periódicamente o, si no es posible, realizar ejercicios simples para mover los pies y las piernas. Esto previene el estancamiento venoso y reduce el riesgo de trombosis.

Finalmente, aunque el alcohol y el tabaco no están directamente relacionados con la aparición de varices, sí contribuyen a factores de riesgo como el sedentarismo y la obesidad. Por ello, se aconseja evitarlos o reducir su consumo.