El verano y el calor nos traen de vuelta a los insectos y sus picaduras. Aunque la mayoría suelen ser inofensivas, pero molestas por el picor que provocan, sí es cierto que debemos tener cuidado cuando se producen reacciones alérgicas o con determinadas especies que pueden resultar venenosas e, incluso, ser portadoras de enfermedades, como en el caso de los mosquitos. Por eso, aquí tienes algunas claves para diferenciar las distintas picaduras de insecto para, en caso de duda, acudir a un médico y evitar complicaciones.

1- Mosquito. Las picaduras de estos insectos, por lo general, son las más comunes y se localizan con mayor facilidad en las extremidades. Suelen presentarse aisladas las unas de las otras y, además de rojez, veremos un pequeño bulto acompañado, eso sí, de picazón. ¡Intenta no rascarte!

2- Avispa y abeja. Estas picaduras suelen mostrar enrojecimiento e hinchazón en la zona, acompañado de dolor y ardor. Para diferenciar los dos tipos de picaduras tendremos que fijarnos en si se encuentra o no el aguijón clavado en la piel: mientras que las abejas nos lo dejan de recuerdo, las avispas no. En caso de que haya sido una abeja la causante del picotazo, tendremos que retirar con cuidado el aguijón, preferiblemente con una pinza.

3- Pulga. A diferencia de la picadura de mosquito, las pulgas suelen dejar muchas más picaduras juntas entre sí, que también se manifiestan como bultos rojos y pequeños que provocan picazón en la piel.

4- Araña. Aunque las arañas no piquen, muerden, la reacción que provocan es por lo general similar a la de otros insectos aunque, si nos fijamos bien, podremos distinguir las dos pequeñas marcas de la punción. La mayor parte de las mordeduras son un bulto, cuyo tamaño puede ir variando, que va acompañado de picor. Otro aspecto que las diferencia de las picaduras de otros insectos es que estas suelen tardar más tiempo en curarse, por lo que una buena higiene se vuelve más importarte aún para evitar las infecciones.

Sin embargo, tenemos que tener cuidado con la especie de araña que nos ha picado, ya que algunas pueden resultar venenosas: aunque sus mordeduras no tengan mal aspecto en un principio, es recomendable que un médico lo vea lo antes posible para ponerle un tratamiento adecuado y evitar consecuencias graves.

5- Hormiga. Al igual que las arañas, las hormigas también muerden. Sus picaduras provocan hinchazón y, en ocasiones, van acompañadas de pus. Es más, a los pocos días la mordedura podría convertirse en una ampolla.

6- Garrapata. La característica principal de las picaduras de estos parásitos es el color rojo llamativo de la erupción que provoca, que suele ir acompañada de ardor o picor en la zona. Además, es común que encontremos a la garrapata aún agarrada a nuestra piel, por lo que es importante extraerla con cuidado y con unas pinzas para que su cabeza no se quede dentro. Es más común encontrar estas picaduras en zonas cálidas y húmedas de nuestro cuerpo, como las ingles, las axilas o el cabello.

Un mosquito a punto de picar a una persona. Freepik

7- Ciempiés. La picadura de estos insectos, además de dejar visibles dos punciones inflamadas que pueden llegar a sangrar, provocan intensos dolores que, en ocasiones, pueden necesitar de medicamentos como los analgésicos para aliviarlo. Sin embargo, estos síntomas desaparecen, por lo general, a los dos días.

También es importante que no nos toquemos los ojos después de habernos rascado la piel de la picadura para evitar que la sustancia que estos insectos segregan provoque que nuestros ojos se hinchen, duelan y se enrojezcan.

8- Chinche. Estos insectos dejan numerosos picotazos juntos y rojizos formando un zigzag, que suele ir acompañado de picor.

9- Tábano. Estos insectos, además de morder, cortan nuestra piel. Esto provoca un dolor intenso e instantáneo acompañado de una roncha e hinchazón, incluso puede llegar a salirnos un moratón.

10- Piojos del cuerpo. Estos parásitos se localizan por lo general en los hombros, el cuello y el cuero cabelludo, aunque pueden encontrarse en cualquier parte del cuerpo, que no sea la cabeza y los genitales. Sus picaduras suelen ser pequeñas y numerosas por lo que una de sus características principales es el intenso picazón que provocan.

Estos piojos colocan sus huevos en nuestra ropa y sábanas por lo que lavarlas con frecuencia se vuelve una necesidad si queremos deshacernos de ellos. Además, suelen ser visibles a simple vista.

11- Piojos púbicos. También conocidos como ladillas, estos piojos se encuentran en el pelo de los genitales y las axilas y suelen transmitirse fácilmente a través del contacto sexual con una persona portadora. Se caracterizan por provocar picazón en la zona y por la aparición de pequeñas protuberancias rojizas. Al igual que los anteriores piojos, las ladillas, sus liendres y los huevos también pueden ser vistas con facilidad.