El Irudek Bidasoa Irun vende cara su piel en Barcelona (33-31)Judit Cartiel
El Irudek Bidasoa Irun cayó anoche en el Palau Blaugrana en el Clásico ante un Barça que tuvo que matar en varias ocasiones a los guipuzcoanos (33-31) para que perdieran su primer choque esta temporada. A mediados de octubre. A falta de un minuto, el marcador era el 32-30 del año pasado y a falta de medio minuto marró desde campo propio a portería vacía...
El equipo guipuzcoano saltó al Palau Blaugrana, adonde llegaba líder, con mucha atención en el rival, que aún debe recuperar un partido, pero, sobre todo, muy atento a sus propias evoluciones. Sabedor de que un arranque frío como los que acostumbra esta temporada (y resuelve) podía ser letal.
FICHA TÉCNICA
Barcelona 33
Bidasoa 31
BARÇA (17+16): Nielsen; Sola (1), Mem (5), Janc (1), N’Guessan (8), Frade (5) y Ortega (4), -siete inicial-, Hallgrimsson (p.s), Bazán (-), Carlsbogard (-), Djordje Cikusa (-), Aleix Gómez (3, 3p), Makuc (1), Fàbregas (2), Barrufet (1) y Petar Cikusa (2).
IRUDEK BIDASOA IRUN (15+16): Maciel; Valles (1, 1p), Xavier González (3), Díaz (4), Peciña (-), Rodrigo Salinas (5) y Dariel García (1), -siete inicial-, Skrzyniarz (p.s), Tua (2), Jevtic (1), Esteban Salinas (4), Mujika (-), Mielczarski (-), Nevado (5), Da Silva (-) y Nieto (5, 2p)
Marcador cada cinco minutos 6-3, 8-5, 9-7, 11-8, 15-11, 17-15 (descanso), 18-18, 20-19, 23-21, 29-24, 30-27 y 33-31 (final).
Árbitros Roland Sánchez Bordetas y Andreu Marín Lorente. Excluyeron dos minutos a Ian Barrufet (min.23, min.32) y a Ludovic Fàbregas (min.30) por parte del Barça, y a Julen Mujika (min.22), Matheus Da Silva (min.29) y Nacho Valles (min.41), del Bidasoa Irun. Mostraron tarjeta amarilla a Ludovic Fàbregas (min.12), del Barça.
Incidencias Partido de la sexta jornada de la Liga Nexus Energía Asobal disputado en el Palau Blaugrana.
La teoría era muy clara; la práctica volvió a ser bien distinta, con el agravante de hacerlo en semejante escenario. Tanto que Álex Mozas llamó a capítulo a los suyos al sexto minuto. En el Palau perder es una opción bastante más factible que en otras canchas, pero nunca así.
“Siete goles de lanzamiento exterior. ¿Vamos a seguir poniendo bracitos?”, espetó Mozas a los suyos, que incluso pedían disculpas. “Ni perdón ni h***”, respondió un Mozas que exigió dificultar los tiros rivales cuyo tiempo muerto surtió efecto. En apenas nueve minutos, el escenario giró del 7-3 al 9-8 que marcó el cumpleañero Marko Jevtic.
El Bidasoa, con Leo Maciel destacado en el regreso a la portería del Palau que defendió, ofrecía ya muy buen tono. Tras comenzar su partido como quien dice en ese minuto 6, el Irudek Bidasoa Irun le competía a su rival y perdía de dos en el minuto 21. Incluso después de haber fallado dos siete metros. En ese cuarto de hora firmó 4-6 de parcial.
El Barcelona no arrasa partidos como otras temporadas pero vive de gestionar rentas de 3-4 goles sin que los partidos le peligren (véase el miércoles en Champions). Ahí tenía la contienda al irse cuatro goles arriba, castigando los pequeños errores de su rival. Aun así, este Irudek Bidasoa Irun, no el del comienzo, pasó ese 15-11 al 17-15 del descanso.
El Bidasoa calienta el partido
En el Palau Blaugrana, que entre el horario y la lluvia que sorprendió en la capital catalana presentó una entrada más floja que en otros Clásicos y con presencia guipuzcoana haciéndose notar en una grada gélida, el Irudek Bidasoa Irun reanudó con un jugador menos, pero apenas lo notó.
Su salida nada tuvo que ver con la de media hora antes y Nevado neutralizó la partida a 18 goles y Esteban Salinas aventajaría a los guipuzcoanos en el minuto 35. En ese momento, estaba atando de lleno una de las claves locales, el contraataque, con solo tres goles en cuatro intentos...
Y ahí empezaron los problemas: siete minutos atascados en el cartón 19 llevaron a Mozas a probar con los dos centrales en la primera línea, y después a atacar con 7. Esta segunda opción permitió generar más, aunque el Barça sacó el colmillo del contragol. El riesgo era superior a la ventaja pretendida. Ese Barça que gestiona los 3-4 goles volvía a estar cómodo. Pero aún no había derrotado al Irudek Bidasoa Irun.
Matar varias veces
A portería vacía se fue 26-21 y gozaría del 28-23, pero como en la primera mitad, hubo reacción guipuzcoana. Asomó a la cita Mario Nevado y con su martillo fijó el 29-27 con un parcial de 0-3 para esperanza de la afición guipuzcoana.
Las ganas visitantes podían más e Irudek Bidasoa Irun se negaba a entregar la cuchara. Con la férrea defensa de la segunda parte, ante la que se vio un Barça falto de ideas, se puso a dos goles a falta de un minuto. Con otro desarrollo, pero el mismo 32-30 del año pasado.
El Barça retiró a Nielsen para sortear la defensa abierta asfixiante de los bidasotarras y a punto estuvo de pagarla si los guipuzcoanos no marran un lanzamiento desde campo propio a portería vacía que hubiera puesto toda la sal y la pimienta a un marcador que terminó 33-31.
Resuelto el partido del Palau Blaugrana con ese regusto de orgullo amargo del que tantas veces ha crecido el Bidasoa a lo largo de su historia, el equipo guipuzcoano seguirá en una semana que bien podría ser de Champions League: el martes llega a Irun el único grande de Alemania que en la historia no se ha cruzado con el club guipuzcoano.
El campeón de las dos últimas EHF European League, el Flensburg-Handewitt. Romper los vaticinios puede significar disparar las opciones de clasificación a la siguiente fase...