El baloncesto femenino se ha subido a la ola del fútbol y esta pasada semana la Liga Femenina Endesa firmó un convenio que garantiza un marco para regular las relaciones entre los clubes y las jugadoras. El salario mínimo para las jugadoras será de 16.000 euros brutos por temporada y los contratos deberán ser a jornada completa. También se establecen garantías para las bajas de maternidad y contempla un protocolo de prevención contra el acoso

Está previsto que el convenio se plasme en el BOE este mismo mes y tiene efecto retroactivo. Es decir, entra en vigor esta misma temporada, que comenzó a principios de octubre. “Es un paso importante y nos marca la hoja de ruta en el recorrido hacia la profesionalización de la liga”, comenta a este periódico Carmen Muguruza, presidenta del IDK Euskotren y parte importante en el convenio, ya que es la actual presidenta de la Asociación de Clubes. El Consejo Superior de Deportes (CSD), el propio Gobierno español, la Federación Española de Baloncesto y la Asociación de Jugadoras también han estado presentes en la negociación.

El anterior convenio era de 2008 y estaba totalmente desactualizado (por ejemplo, el salario mínimo entonces era de 600 euros al mes). Llevamos dos años trabajando en este”, dice Muguruza, que explica otros tres avances conseguidos en el convenio: “Conseguir que la Asociación de Clubes esté en la asamblea de la Federación Española, tener una estructura independiente dentro de la propia Federación y lograr el apoyo económico del CSD para que los clubes puedan tener un departamento de desarrollo de negocio”.

Crecimiento "espectacular" de la competición

Lo cierto es que el propio nivel de la Liga Femenina pedía a gritos marcar una ruta hacia estos mínimos y una futura profesionalización. “La competición está creciendo a un ritmo espectacular”, asegura Carmen Muguruza: “Los clubes grandes tienen proyectos importantes y los ascendidos también son proyectos serios”. Y pone como ejemplo la Copa de la Reina celebrada la pasada temporada en Zaragoza, donde se dieron cita miles de espectadores en una ciudad que se está volcando con el basket femenino.

Y, dentro de ese crecimiento, la presidenta del IDK se muestra “muy contenta” con el rendimiento del equipo donostiarra, que marcha sexto con un balance de seis victorias y cuatro derrotas, y pelea por jugar la próxima Copa. Para ello necesitará acabar la primera vuelta (quedan cinco jornadas) entre los ocho primeros de esta Liga Femenina cada vez más competitiva y ya casi profesional.