- El Real Madrid compite hoy (19.00 horas) para coronarse por undécima vez en Europa en la final contra el Anadolu Efes, partido al que llega eufórico el cuadro blanco, el más laureado de la competición, tras ganar el Clásico, aunque sabedor de que el equipo turco tiene mucho peligro y defiende título.

Pablo Laso, en su undécima campaña, ha llevado al club blanco a su quinta final europea, en busca del tercer título tras los logrados en 2015 y 2018. Hace cuatro años, el Madrid levantó la décima en Belgrado, en el mismo escenario. Además, el conjunto de la capital apeó primero al Barça con una gran segunda parte.

Fabien Causeur (18 puntos) y una defensa que aguantó firme, no como la de los azulgranas, permitió a los blancos remontar 13 puntos en el tercer cuarto y vencer con determinación en un final apretado. La lesión de Williams-Goss, descartado para la final por una torcedura de tobillo, añade épica a un Madrid que tiró del liderazgo inherente en Sergio Llull, líder de un equipo que, en la última década, suele dar la cara en los momentos importantes.

La undécima Copa de Europa está a un paso, a pesar de que en marzo y abril el equipo parecía tocar fondo. Las derrotas ante un Barça campeón de Copa que amenazaba con reinar, con Heurtel y Tompkins fuera de la rotación del último mes, críticas a Laso o a una plantilla que parecía de repente sin recursos.

Todo parecía en contra del Madrid, pero llegó a Belgrado con nueve victorias seguidas, incluido un 3-0 a Maccabi en el play-off de cuartos de final donde no parecía ni mucho menos favorito. El despertar de los blancos se convirtió en subidón el jueves en semifinales, rompiendo el sueño del Barça de Jasikevicius para tener la opción de agrandar su palmarés histórico y reciente con Laso.

Al otro lado del parqué, el Efes juega su tercera final seguida gracias a una canasta ganadora de Micic, que tiró por tierra el buen partido de Olympiacos (74-77). Tras frustrar a los catalanes el año pasado, los de Ergin Ataman son ahora obstáculo del Madrid. El equipo turco calculó perfecto su puesta a punto, desde un mal inicio de la temporada, para aterrizar de nuevo en la final.

El campeón sudó para optar al segundo título de su historia, pero tiene una plantilla capaz de entrar en ebullición. Además de Micic, Larkin anotó 21 puntos a los griegos y Bryant 16, y cuenta con más recursos que tendrá que sujetar el equipo de Laso. El cuadro madrileño se encontró ya a un Efes entonado hace dos meses y perdió en Estambul.

Sin embargo, aquel Madrid sí era otro y no el que ha olido la sangre en el momento clave de la temporada. “El Real Madrid es un equipo histórico. Me siento muy orgulloso de que esa historia se escriba cada día”, dijo Laso ayer.