- La Liga ACB no retomará su actividad, al menos, hasta el próximo 24 de abril. Esta es la decisión a la que llegaron ayer, de manera unánime, los 18 clubes miembros de la competición, que mantuvieron una reunión vía videoconferencia. El encuentro, convertido en Asamblea Extraordinaria, tenía como punto del día central analizar los posibles escenarios de futuro que se abrían ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y que ha obligado a frenar en seco o posponer la inmensa mayoría de las competiciones deportivas del planeta. Finalmente, atendiendo a la nota informativa emitida por la patronal de clubes, se acordó la suspensión temporal de la liga hasta el próximo 24 de abril ante la situación de pandemia “que tiene detenido el país y toda actividad profesional no esencial”.
A la conclusión del cónclave, Antonio Martín, presidente de la ACB, apuntó que “la voluntad de todos los clubes sigue siendo reanudar la competición y finalizar la Liga 2019-20 en la medida y los tiempos que la situación lo permita”. Además, hizo hincapié en “la importancia del apoyo unánime de todos los clubes a una medida excepcional como es la suspensión temporal de la competición ante una situación tan grave como la que estamos viviendo con esta pandemia”.
El escenario que se vive en la máxima categoría del baloncesto estatal es de absoluta incertidumbre debido a la imposibilidad de poder predecir los plazos y los márgenes de maniobra en una situación tan caótica como la actual. Si finalmente se puede retomar la actividad el viernes 24 de abril, algo que nadie puede asegurar a día de hoy y que no parece sencillo, se habrían dejado de disputar un total de siete jornadas, desde la 24 hasta la 30, y para ese fin de semana estaría programada la 31.
Ese escenario obligaría a alargar la competición un par de meses para encontrar acomodo a los duelos aplazados, con la dificultad añadida de tener que cuadrar calendarios con Euroliga, Eurocup o Champions, por lo que un descenso de partidos en la temporada regular o ya en las eliminatorias por el título no sería descartable. Si llegando a mediados de abril todavía no se dan las condiciones sanitarias para volver a competir, la suspensión de la liga pasaría a ser la opción más plausible, con todas las incógnitas que eso conllevaría en cuanto a descensos, ascensos, plazas europeas e incluso la duda de si habría un campeón o el título quedaría vacante.
La Liga ACB ha sido de las competiciones que más rápido se ha movido desde la llegada al territorio estatal de esta crisis sanitaria. Tras disputarse con normalidad la 23ª jornada los días 7 y 8 de marzo, el agravamiento de la situación general hizo que un par de días después anunciara que las dos siguientes semanas se iban a jugar a puerta cerrada para corregir esta decisión poco más de 24 horas después y establecer su aplazamiento tal y como estaban pidiendo muchos de los actores implicados, como jugadores e incluso clubes.
En este sentido, cuando se tomó la decisión inicial del aplazamiento, clubes como el Bilbao Basket ya hizo saber que acataba y comprendía esta decisión, pero añadía que la entidad era “partidaria de la suspensión temporal de la competición hasta que esta crisis se estabilice para que ni empleados del club ni aficionados ni medios de comunicación puedan verse afectados por la misma”.
Si a mediados de abril aún no se dan las condiciones sanitarias para competir, la suspensión de la liga sería la opción más plausible