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La gran batalla está servida

si no es una final, se le parece mucho. Sobre todo para el Lagun Aro GBC. La visita a la cancha del Fuenlabrada, programada para el 9 de marzo, estaba en la mente de todos desde hace tiempo como un partido decisivo, pero los resultados del pasado fin de semana han dado al choque una trascendencia aún mayor. El Lagun Aro se juega más de media temporada pasado mañana a partir de las 18.00 horas. Para el equipo de Sito, es la gran batalla por la permanencia. Afronta el partido con dos victorias menos que su rival y el recuerdo del 75-86 encajado en la primera vuelta. Una derrota supondría asomarse a la LEB, porque la diferencia quedaría ya en cuatro victorias (tres más el average) a diez jornadas de la conclusión, pendientes ya de una remontada heroica. Ganar por menos de once metería al Lagun Aro de lleno en la pelea, aunque aún con mucho por remar. El escenario idílico sería vencer por menos de once, porque dejaría al Fuenlabrada a un único triunfo y supondría un enorme impulso anímico.

Manos Papamakarios y Jon Cortaberría, dos jugadores claves para sus técnicos por su experiencia y su capacidad para adaptarse a las necesidades del equipo, analizan el choque para este periódico. Ambos tratan de quitarse presión y destacan que afrontan el duelo en un buen momento.