Las mejoras en la instalación, poco a poco

donostia. El San Sebastián Arena es un pabellón incómodo tanto para la afición como para el equipo, algo que el club sabe y quiere solucionar. Desde el acondicionamiento de urgencia que se realizó en 2006, con motivo del primer ascenso, la instalación apenas ha mejorado. "Somos conscientes de que, si esta va a ser la ubicación definitiva del baloncesto en Gipuzkoa, lo cual parece razonable, hay que hacer que sea más cómoda para el uso deportivo", reconoce a este periódico Germán Cea, haciéndose eco de las palabras de Pablo Laso, que reconocía que para el trabajo diario "no es una instalación cómoda" y que en los cuatro años que él lleva al frente del equipo "la instalación no ha mejorado nada".

El club, sin embargo, no tiene excesivo margen de maniobra y las mejoras irán llegando poco a poco. La primera, la construcción del gimnasio, se abordará este verano, por lo que el equipo ya lo tendrá disponible de cara a la campaña venidera. Luego está el frío que pasan los jugadores entrenando en los meses de invierno debido a que calentar una instalación tan grande es casi imposible y a las corrientes de aire que entran.

Hacer que el pabellón sea más caliente en los días de partido es el gran reto, y también lo más difícil: "Puede que sea una instalación excesiva para Gipuzkoa, pero Illumbe no se puede hacer más pequeño. No podemos tirarlo y volverlo a construir. Acondicionando la zona de prensa y el palco se reduciría algo el aforo, pero seguiría siendo grande. En la zona de abajo se podría hacer una pequeña variación, pero no hay mucha capacidad de maniobra", explica Germán Cea.

Otro de los retos es que visualmente parezca una cancha de baloncesto y no una plaza de toros, para lo que el club también quiere quitar las tablas que limitan el ruedo y que ahora rodean la cancha y las localidades a pie de pista.

los alrededores El vacío que hay alrededor del San Sebastián Arena es otro tema que no ayuda a la asistencia de espectadores los días de partido: "No hay un negocio, ni siquiera una cafetería alrededor. Si un aficionado quiere tomar algo antes del partido tiene que bajar a Amara. A Illumbe se le da poco uso, solo una vez cada quince días durante los meses que dura la liga. Hasta que no se reactive algún negocio en la zona que movilice gente, no habrá una solución".