El Banco Central Europeo (BCE) va a iniciar el 12 de octubre una consulta pública sobre la emisión de un euro digital y, además, comenzará en paralelo una fase de experimentación, sin perjuicio de la decisión final.

El BCE ha publicado recientemente un informe del grupo de trabajo de alto nivel sobre la emisión de un euro digital en el que asegura que "tiene que estar preparado para una posible decisión futura de introducir un euro digital" si fuera necesario.

"El Eurosistema (el BCE y los bancos centrales nacionales) mantendrá contactos frecuentes con los ciudadanos, el mundo académico, el sector financiero y las autoridades públicas para valorar en detalle sus necesidades, así como los beneficios y los retos que esperan de la emisión de un euro digital", dijo el BCE.

Un euro digital sería una forma electrónica de dinero de banco central que todos los ciudadanos y empresas podrían utilizar, como los billetes, pero en formato digital, para realizar sus pagos diarios de manera rápida, fácil y segura.

El BCE hace hincapié en que el euro digital "sería un complemento del efectivo, no un sustituto" y que el Eurosistema continuará emitiendo efectivo en cualquier caso.

El miembro del comité ejecutivo del BCE y presidente del grupo de trabajo, Fabio Panetta, considera que "un euro digital respaldaría el avance de Europa hacia la innovación continua, y contribuiría a su soberanía financiera y a reforzar el papel internacional del euro".

"Cada vez compramos más con tarjetas inteligentes, aplicaciones instaladas en el móvil o incluso el reloj inteligente", dijo Panetta en un blog del BCE.

La necesidad de emitir un euro digital podría surgir si el público prefiere no pagar en efectivo, o en sucesos extremos -como catástrofes naturales o pandemias- en las que otros servicios de pago dejen de funcionar, añade Panetta.

Un euro digital también protegería a la zona del euro frente a un medio de pago digital público o privado, emitido y controlado desde fuera de la zona del euro, que desplazase a los medios de pago existentes y que podría crear problemas regulatorios y poner en peligro la estabilidad financiera y la soberanía monetaria y financiera.

Panetta también considera que un euro digital "permitiría combatir con más eficacia las actividades ilegales, como el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo".

La aceptación del público es esencial y por ello el BCE va a "escuchar a los ciudadanos y conocer sus necesidades, preferencias y preocupaciones en relación con el euro digital".

También va a someter a prueba opciones concretas, en cooperación con todos los interesados.

A mediados de 2021 el BCE decidirá si lanzar el proyecto de un euro digital.