El juez condena a 37 años de prisión y dos meses a Bara.N, el único acusado de degollar a su mujer en su vivienda de Ollerías Altas, en Bilbao en 2018. El magistrado ve probado los agravantes de parentesco y de género, así como considera al acusado autor de los delitos de malos tratos a su mujer y abandono de sus dos hijas y daños psicológicos.

Bara N., de origen senegalés, asesinó con al menos 83 cuchilladas el 24 de septiembre de 2018 a su mujer, de 25 años y también senegalesa, en el domicilio familiar, delante de sus hijas de 2 y 4 años, que se quedaron solas con el cadáver cuando él se marchó de la vivienda.

Un jurado popular le consideró culpable de los delitos citados en un veredicto aprobado por unanimidad y dado a conocer el pasado 24 de noviembre.

En la sentencia difundida este martes, la Audiencia de Bizkaia le condena a 25 años de prisión por el delito de asesinato con la agravantes de parentesco y género, la privación de la patria potestad respecto a sus hijas y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de sus domicilios o cualquier lugar que frecuenten, así como de comunicarse con ellas por cualquier medio por un plazo de 35 años.

Por el delito de abandono de menores le impone la pena de 2 años y 6 meses, y como autor de un delito de maltrato habitual a su esposa le condena a 1 año y 8 meses de prisión, a los que se suman dos delitos de lesiones psíquicas a sus hijas, penados con 4 años de prisión por cada uno.

La resolución también fija las indemnizaciones en 390.000 euros para cada hija y 110.000 euros, para el hermano de la fallecida, quien ejerció la acusación particular en el juicio y ha asumido la crianza de sus sobrinas.

El Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia también se personaron en el juicio en concepto de acción popular y acusación particular, respectivamente.

83 PUÑALADAS

Maguette Mbeugou fue hallada muerta en el salón de su casa, con el cuello seccionado en su totalidad y con al menos 83 heridas o lesiones inciso punzantes en las parte superior de su cuerpo, principalmente en tórax, cuello y cara. Murió asfixiada y según la principal hipótesis que se arroja de las pruebas y tras comprobar las numerosas heridas que presentaba en las manos, Maguette se intentó defender de su agresor. Estaba tumbada en un colchón y con una herida profunda en el cuello de unos 13 centímetros. Los forenses determinaron que todas las lesiones fueron "vitales", es decir que se produjeron en vida, y además se efectuaron "en un tiempo muy corto entre ellas", lo que hace "imposible valorar cuál fue la primera o la última".

La víctima, según el informe pericial, presentaba "un cuadro de degollamiento muy grave, morfológicamente lo definiría hasta brutal, con la rotura bascular, rotura de línea aérea; el mecanismo de fallecimiento lo podemos considerar la pérdida masiva de sangre por la rotura bascular y por la rotura de la vía aérea un mecanismo un poquito mixto de tipo asfixia". Por el tipo de heridas, el experto explicó que la principal hipótesis apuntaba a que el agresor podría estar colocado sobre la víctima, asestándole las puñaladas en las diferentes zonas del cuerpo.