- Catalán, valenciano, francés, inglés, italiano o incluso alemán. La particular torre de Babel en la que se convertía la Parte Vieja donostiarra en cada puente festivo y vacaciones antes de que el coronavirus irrumpiera en nuestra vida parece que recobra su ser. Los turistas volvieron ayer a abarrotar las calles del centro de la ciudad, animados por una pandemia que parece haber quedado ya en el pasado. Y es que, tras dos años de restricciones motivadas por el covid-19, los viajeros volvieron a coger sus maletas y a decantarse por Donostia para disfrutar de unos días de descanso que recuerdan a la tan añorada vieja normalidad.

Bastaba con pasear ayer a mediodía por las calles de la Parte Vieja para constatar que, pese al parón de los últimos dos años, Gipuzkoa continúa siendo un destino de moda. Los guías turísticos se afanaban por dar las explicaciones pertinentes ante viajeros llenos de curiosidad; las barras de pintxos recuperaron su esencia, con clientes esperando pacientemente su turno detrás de las barras; las oficinas de información no daban abasto con el reparto de mapas y explicaciones; y las calles volvían a convertirse en el escenario de las postales para el recuerdo que inmortalizan cientos de fotografías. Y es que la Semana Santa arranca en Gipuzkoa acercándose al cartel de completo en la capital y con tasas de ocupación similares a las de antes de la pandemia en el interior.

"Teníamos muchas ganas de viajar" es quizás la frase más repetida por los turistas consultados por este periódico, que reconocieron que, superada la alerta sanitaria, no han necesitado demasiados alicientes para preparar las maletas. Es el caso de José Antonio Olivera, un vecino de Monzón (Huesca), que ha aprovechado la recién recuperada normalidad para traer a su familia a Donostia, un destino que él ya conocía y que quería mostrar a sus hijos. "Hemos llegado hoy y nos quedamos hasta el domingo. Después de dos años, había ganas de vacaciones", reconocía mientras se peleaba con un mapa en la plaza de la Constitución.

Son unas vacaciones sin grandes pretensiones: "Pasear, ver bien la ciudad, comer algunos pintxos y visitar el monte Igeldo", son algunos de los planes que componen su agenda, aunque también contemplan desplazarse hasta Hondarribia o Zarautz. "Teníamos claro que este año, si se podía, íbamos a salir. Nosotros conocíamos esta zona, pero queríamos que los críos lo vieran", explicaba ayer este padre de familia.

Patricia y Luis llegaron en la noche del miércoles a Donostia procedentes de Madrid, aunque ella es argentina. "La conocíamos muy de pasada. Habíamos estado en la zona, pero es la primera vez que venimos específicamente a la ciudad", explicaba él, que celebra que el fin de las restricciones, o al menos de la mayor parte de ellas, les permite conocer la ciudad en toda su esencia: " Teníamos muchas ganas de poder movernos con libertad, de hacer planes. Y ver también ver la esencia de San Sebastián, disfrutar de la gastronomía de acá, que es más social. Porque si te metes en una mesita es como que pierde el encanto, no ves el tema de la barra, los pintxos, los lugares chicos con ambiente... recuperar eso es recuperar parte de la estética y la tradición del lugar".

Lo cierto es que no son necesarios grandes planes para sacar partido de estos días. Pasear y disfrutar de una buena gastronomía es lo que la mayoría desea para estas primeras vacaciones del año. Es el caso de Juan Antonio y su familia, que aunque han instalado el campamento base de la Semana Santa en Iparralde, no han desaprovechado la oportunidad de acercarse a Donostia para disfrutar del día. "Teníamos ganas de normalidad y de disfrutar. Queremos pasear, conocer bien la ciudad y comer algún pintxo", señalaba esta familia procedente de Terrasa (Barcelona).

Igual que sus vecinos Gerard y Gloria, estos de Barcelona capital, que han llegado a Donostia atraídos por la gastronomía, pero también por la belleza del paisaje. "El norte siempre es bonito y encima se come bien", reconocía esta joven pareja, que se quedará en Gipuzkoa hasta el domingo, cuando partirá a Bilbao: "Vamos improvisando: veremos bien la ciudad y luego queremos ir a Hondarribia y los pueblitos de aquí al lado. La primera impresión ha sido muy buena: es todo muy bonito".

Con más margen de tiempo han llegado, procedentes de Córdoba, Maite y Paco. Aterrizaron en Donostia el pasado viernes y han podido disfrutar de los tesoros de Gipuzkoa aconsejados por "unos amigos de la zona". "La verdad es que hemos sido bien asesorados: hemos estado en una sidrería, en un caserío, en una ferrería... viendo cosas menos turísticas. Y ahora ya a la aventura, hemos ido a Zumaia, al país vasco francés, estuvimos en San Juan de Luz... Hemos aprovechado todo lo que hemos podido", contaban, entusiasmados por lo visto hasta ahora.

La verdad es que no es su primera visita a Donostia. Conocieron la capital hace "ocho o nueve años", pero apenas tenían un "recuerdo general" de la ciudad, por lo que no han dudado en volver. "Estamos disfrutando mucho", reconocen.

De menos tiempo disponen Mercedes y Luis, recién llegados de Santiago del Estero, en Argentina y que se quedarán en Donostia hasta el sábado. Habían estado otras partes del Estado, pero Donostia era una cuenta pendiente: "Conocer esta ciudad era un deseo que teníamos y estoy muy sorprendido porque es un lugar hermoso", confesaba él, mientras contaba que "queremos conocer la ciudad, las cosas turísticas típicas, pero también adentrarnos en lo menos turístico".

No han sentido vértigo de cruzar el charco: "Es la primera vez que salimos después de dos años y aunque hemos tenido que hacer muchos trámites, luego no nos han pedido nada en ningún lado".

Una prueba inequívoca de que los tiempos han cambiado y de que la oscuridad que para todos ha supuesto la pandemia parece que definitivamente se diluye para dar paso a la luz de la normalidad.

"Conocer esta ciudad era

un deseo que teníamos

y estoy sorprendido porque es un lugar hermoso"

Santiago del Estero (Argentina)

"El norte siempre es bonito y encima se come bien. Iremos improvisando"

Barcelona

"Recuperar la gastronomía social de acá es recuperar parte de la estética y la tradición del lugar"

Madrid

"Hemos estado en una sidrería, un caserío, una ferrería... Estamos disfrutando mucho"

Córdoba

"Teníamos ganas de normalidad y de disfrutar. Queremos pasear y comer pintxos"

Terrasa (Barcelona)

"Conocíamos la zona, pero después de dos años había ganas de vacaciones"

Monzón (Huesca)