Pedro Sánchez ha cerrado el 40 Congreso federal del PSOE con el compromiso de impulsar tres reformas legislativas antes de que termine la legislatura. El presidente del Gobierno español ha reiterado su intención de derogar la reforma laboral de 2013 y la conocida como 'Ley Mordaza', pero ha sumado una cuestión que genera mucha controversia: la de abolir la prostitución.

Esta propuesta incluida en la ponencia marco del PSOE consiste básicamente en defender a las mujeres que se dedican a la prostitución, en sancionar a los consumidores y en castigar toda forma de proxenetismo.

CASTIGAR A CLIENTES Y PROXENETAS

El plan del PSOE pasa por aprobar una ley integral que ilegalice la prostitución. Para llevarla a cabo sería necesario reformar varias leyes estatales. La línea fundamental del plan de los socialistas se basa en considerar víctimas a las prostitutas. Además, contempla una medida pionera: la de sancionar a los clientes de la prostitución. De esta manera, se perseguiría al demandante del servicio, no a la mujer.

La otra base de la legislación que propone el PSOE es la de castigar todas las formas de proxenetismo. Así, se castigaría a un particular, a un tercero o a un local que se beneficie de la prostitución.

DISCREPANCIAS EN UNIDAS PODEMOS

Pedro Sánchez ya ha expresado su convencimiento de que su socio de Gobierno, Unidas Podemos, estará de acuerdo con abolir la prostitución. "Creo que Unidas Podemos y el PSOE, y creo que también una amplia mayoría en las Cortes, está a favor de eliminar la esclavitud de las mujeres", afirma el presidente español, quien también ha confirmado haber hablado con la ministra de Igualdad, Irene Montero, acerca del tema sobre la que ha asegurado que "tiene una alta sensibilidad y empatía con esta causa, como no puede ser de otra manera lógicamente".

Sin embargo, es patente el debate interno que la prostitución genera en el seno de Unidas Podemos, al igual que en el ámbito feminista. No hay una postura común, y en la formación morada hay partidarios de ilegalizar la prostitución, mientras que otros dirigentes abogan por regularizarla ante la imposibilidad de acabar de forma definitiva con ella. Esta vertiente apuesta por amparar a las mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución.

PRECEDENTE FRANCÉS

La prostitución está prohibida por ley en el Estado francés desde 2016. La ley francesa es el mayor ejemplo de modelo abolicionista. Se basa en varios puntos fundamentales. El primero pasa por la despenalización total de las mujeres que ejercen la prostitución. Además, estas mujeres son consideradas víctimas y, por lo tanto, tiene acceso a un programa de reinserción con ayudas económicas o permisos temporales de residencia para las víctimas de nacionalidad extranjera. En estos cinco años, en Francia 600 mujeres se han acogido a este programa, y tras finalizarlo, el 87,5 % ha encontrado un puesto de trabajo.

La legislación francesa persigue a los proxenetas, y en cinco años el número de investigaciones penales por esta causa ha aumentado un 54 %. Además, la ley gala contempla sanciones para los demandantes de prostitución. El objetivo es responsabilizar a los clientes de la mercantilización del cuerpo de las mujeres y existen multas de entre 1.500 y 3.000 euros, pero también está contemplada la pena de hasta siete años de prisión para los casos más graves.

Sin embargo, el modelo francés también tiene deficiencias. El propio informe en el que se evalúa la ley reconoce falta de implicación de los poderes públicos, y desigualdades en su aplicación por territorios.

Aunque es difícil de calcular, Emakunde estima que entre 1.900 y 2.300 mujeres ejercer la prostitución en Euskadi, y que entre el 10 y el 15 % de ellas son víctimas de trata.