-En demasiadas ocasiones no se les escucha. Se atribuye su malestar a “cosas de la edad”. No se da la importancia debida a esas inquietudes que pueden despuntar de una forma tímida e ir progresando hasta tomar forma de enfermedad.

Por ello, casi como un toque de atención a la sociedad en general, la situación en la infancia y la juventud en lo que a la salud mental se refiere centra la conmemoración mañana del Día Mundial de la Salud Mental.

La Asociación Guipuzcoana de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental, Agifes, se ha sumado a los actos organizados con tal motivo y ha insistido en la importancia de poner el acento “en la salud mental infanto-juvenil”, entendiendo que “los problemas mentales debutan, principalmente, en la adolescencia y cada vez se detectan en edades más tempranas”.

De ahí que insistan en la importancia de la detección precoz y la sensibilización, algo que, según subrayó el presidente de esta asociación, Vicente Areta, en una rueda de prensa que tuvo lugar ayer en la Diputación Foral de Gipuzkoa, tiene que ir acompañado de una mayor dotación de medios y de más profesionales especializados para atender a los más jóvenes.

Pese a valorar muy positivamente la “estrecha colaboración con la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco” que mantiene Agifes, Areta destacó que “el número de profesionales de la psiquiatría y la psicología que ofrecen servicios públicos es insuficiente para responder a la creciente demanda de atención en salud mental que existe en la sociedad”, a la par que lamentó que la psiquiatría infanto-juvenil no haya sido reconocida como especialidad a nivel estatal hasta este verano.

Areta, que subrayó la necesidad “de abordar la especificidad de la salud mental infanto-juvenil de cara a ofrecer recursos para este colectivo”, también resaltó la importancia de invertir en apoyos a las familias por “ser la principal institución responsable del cuidado de sus familiares con dependencia”.

Entre las muchas afecciones de la pandemia del covid-19 se halla el aumento de las patologías vinculadas con la salud mental e, incluso, la aparición de cuadros específicos como consecuencia de las situaciones vividas durante este más de año y medio.

La psicóloga de Agifes Nekane Azuabarrena ha seguido de cerca la evolución y, tras mantener contactos con profesionales de la salud mental de la red pública, ha constatado un aumento de la incidencia. “Lo que nos trasmiten es que las urgencias psiquiátricas en niños y adolescentes, así como las consultas, han crecido muchísimo. Un psiquiatra me dijo que en su hospital el aumento había sido del 180%”.

En Euskadi, recordó, durante 2020 el número de consultas de este colectivo supero las 14.000, dato que calificó de “alarmante”.

“Los niños y jóvenes nos lo han trasmitido. Hay una ansiedad, hay un no saber cómo iba a acabar esto, ha habido incertidumbre y episodios de aislamiento que han creado algún síntoma depresivo. Desde psiquiatría nos han comentado que los trastornos alimentarios y las ideas e intentos de suicido también han crecido”.

Azuabarrena reconoció que dar el primer paso de llevar a un niño o joven ante un profesional del área de salud mental “cuesta muchísimo”. “Tenemos la mala costumbre de achacarlo todo a la edad, de decir que ya pasará, que es una tontería y así lo estropeamos más, porque están pidiendo ayuda de alguna manera. Si nos diéramos cuenta y les enseñáramos a gestionar los problemas, la tristeza y los enfados, tendríamos niños más fuertes”.

Si bien la pandemia ha puesto sobre la mesa la preocupación en torno a la salud mental de la población, ya previamente esta era una cuestión prioritaria para las administraciones y así lo rubricaron las representantes de las instituciones presentes en la rueda de prensa de ayer: la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña; la directora de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, Marian Olabarrieta; y la concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Donostia, Aitziber San Roman.

Maite Peña, que recordó que en la actualidad la Diputación oferta “más de 650 plazas en recursos, servicios y programas para personas que tienen trastorno mental severo”, anunció que en pocos meses se pondrá en marcha un nuevo recurso dirigido a las personas jóvenes con problemas de salud mental y de comportamiento para “acompañarles” en un tránsito hacia “una vida normalizada” en la que la atenció pueda desarrollarse de forma ambulatoria.

Por su parte, Agifes tiene ya en marcha un proyecto piloto para acompañar a jóvenes de 16 a 30 años con problemas de salud mental en el “diseño de un proyecto de vida propio y esperanzador, teniendo en cuenta sus necesidades y motivaciones”.

Este proyecto, para cuya ejecución queda por resolver la disposición de un local de encuentro, “a poder ser público”, se pondrá en marcha inicialmente con ocho jóvenes y sus familias en el curso 2021-2022.

Las personas jóvenes que participan en este proyecto, integrado en el programa Zeuk Aukeratu, recibirán “acompañamiento psicológico y emocional a través de sesiones semanales y quincenales de apoyo individual y grupal”, explicó Azuabarrena.

Zuek Aukeratu es un programa dirigido a jóvenes de entre 10 y 18 años en el que Agifes ofrece también sesiones de prevención y sensibilización ante los problemas de salud mental en los centros escolares, y en el que también toma parte el personal docente y las familias.

“Hay que abordar la especificidad de la salud mental infanto-juvenil con recursos específicos”

Presidente de Agifes

“En algunos hospitales han subido un 180% las consultas de jóvenes en el área de salud mental”

Psicóloga de Agifes

“En dos meses habrá un recurso para acompañar a jóvenes con problemas de comportamiento”

Diputada foral de Políticas Sociales